Un pueblo valenciano censa geneticamente a sus perros para evitar excrementos en la calle

La medida ha reducido en un 80% el problema ya que detecta de quien es la mascota.

En el Ayuntamiento de Játiva, en Valencia, han encontrado una buena forma de combatir el poco civismo de algunos dueños de mascotas a la hora de recoger sus excrementos. 


Con un día por semana de patrulla es suficiente para reducir en un 80 por ciento el incómodo problema de los excrementos de perros en la vía pública.


Hace tres meses el Ayuntamiento de Játiva arrancó el programa de censo genético de perros. Obligaba, sin coste para el propietario y por ordenanza municipal, a extraer una muestra de sangre de todos los perros del municipio. Una vez identificado genéticamente, sus deposiciones tienen el mismo ADN, así que cuando el técnico recoge la muestra, el ordenador delata al propietario. Si el ADN no está en el sistema significa que el dueño no ha censado a su animal, es decir, 400 euros de multa si se le localiza. Los vecinos de Játiva notan que es más fácil andar por sus calles.


Cada análisis cuesta unos 15 euros, que paga, además de la multa, el propietario del perro.