Torres-Dulce dimite por "razones personales" tras varios "desencuentros" con el Gobierno

Abandona su cargo "por razones personales". Regresará a su plaza en la Fiscalía ante el TC.

El fiscal general del Estado, Eduardo Torre-Dulce
Torres-Dulce dimite por "razones personales" tras varios "desencuentros" con el Gobierno
Efe

El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha dimitido hoy por "razones personales" tras sus "desencuentros" con el Ministerio de Justicia en defensa de la independencia de la actuación de la Fiscalía, que ha mantenido durante su mandato en casos de máxima trascendencia política.


El Gobierno, desde el presidente Mariano Rajoy al ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha negado la existencia de presiones para que Torres-Dulce abandonara el cargo, posibilidad con la que se comenzó a especular tras la polémica en la que se vio envuelta la Fiscalía durante la elaboración de la querella contra el presidente catalán Artur Mas por el 9N.


La decisión de Torres-Dulce de renunciar al cargo ha sido anunciada por la Fiscalía General del Estado en un breve comunicado en el que justifica su decisión en "razones personales", aunque fuentes fiscales han reconocido a Efe el "cansancio" del fiscal con su situación y los "desencuentros" mantenidos durante su mandato con los ministros de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón y Rafael Catalá.


Previsiblemente, el Consejo de Ministros pondrá mañana en marcha el procedimiento para llevar a cabo el nombramiento del sustituto de Torres-Dulce al frente de la Fiscalía General del Estado. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tendrá que emitir un informe sobre el candidato propuesto, que deberá comparecer ante la Comisión de Justicia del Congreso para valorar su idoneidad.


La dimisión de Torres-Dulce ha causado "sorpresa" en el ministerio fiscal, como quedó en evidencia durante una reunión mantenida esta mañana por el fiscal general con los fiscales de sala del Supremo a los que comunicó la noticia.


La defensa de la "autonomía" de la Fiscalía en público y "en privado" ha sido una de las premisas que Torres-Dulce siempre ha mantenido al frente de la institución en los tres años en los que ha estado, junto a su máxima de incrementar los medios de la Fiscalía Anticorrupción, según han destacado hoy fuentes fiscales.


Como prueba de ello, han añadido, se encuentra la postura "independiente" de la Fiscalía en los casos Gürtel y de los papeles de Bárcenas (el extesorero ingresó en prisión a petición del fiscal), así como en los de los ERE de Andalucía y el caso Nóos, además de la querella contra el 9N.


Precisamente esta querella suscitó tensión ya que el Gobierno quería una rápida respuesta de la Fiscalía, que se produjo cierto tiempo después, a lo que se unió la decisión de los fiscales catalanes de oponerse a la querella.


Desde el entorno de Torres-Dulce se ha querido desvincular públicamente la dimisión de toda polémica política. Fuentes próximas al fiscal han explicado que se va "con el deber cumplido" y en un momento "de tranquilidad", sin polémicas, en el que todas las cuestiones importantes "están encauzadas".


El Gobierno esperaba la decisión de Torres-Dulce, incluso cuando estaba al frente de Justicia Ruiz-Gallardón, han indicado fuentes del Ejecutivo, que han reconocido que, al parecer, el fiscal no tenía mucha sintonía con el nuevo ministro, Rafael Catalá, si bien han desvinculado esta decisión con la querella de Cataluña.


Lo cierto es que el fiscal general, que volverá a su plaza del Tribunal Constitucional, no podía ser cesado por el Gobierno y le quedaba un año de mandato, aunque fuentes fiscales aseguran que estaba recibiendo mensajes desde el Gobierno sobre la conveniencia de que no siguiera.


Precisamente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha rechazado las acusaciones de los partidos de la oposición que han pedido su comparecencia en el Congreso por las presiones que, a su juicio, ha recibido Torres-Dulce y ha insistido en que ha dimitido "por razones exclusivamente personales".


En la misma línea, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha defendido la actuación "autónoma" y "sin injerencias" de la Fiscalía