El diputado socialista Alfonso Guerra ha considerado este jueves "irracional" la actitud del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de no querer abrir un debate sobre la reforma de la Constitución y le ha instado a dar ese paso, aunque ha admitido que es "muy difícil" lograr un consenso amplio para que salga adelante.

Guerra ha afirmado que es legítimo plantear un cambio de la Carta Magna, si bien ha advertido de que no debería tener como fin contentar las aspiraciones soberanistas porque "nunca estarían satisfechos".

El veterano diputado socialista, que a final de año abandonará su escaño después de 37 años, se ha referido al debate de la renovación constitucional planteado por el PSOE en un desayuno informativo organizado por la Asociación de Periodistas Parlamentarios en el Congreso.

En opinión de Guerra, la postura de Rajoy es "una escapada con poca entidad" al negarse a poner en marcha una subcomisión para escuchar a expertos y limitarse a recriminar al PSOE que concrete su propuesta.

"Puede decir si es un buen o mal método, pero no puede criticar la oferta en base a 'póngamelo todo en un papel'", ha criticado a Rajoy.

Como ocurrió en 1978, Guerra ha recomendado que cada partido plantee su propio texto y, a partir de ahí, se abra la negociación, respetando las reglas que establece la Carta Magna.

Pensar que quien defiende la reforma "está haciendo un atentado contra la Constitución es absurdo", ha apuntado Guerra.

El que fuera 'número dos' del PSOE con Felipe González ha señalado que si por él fuera, cambiaría entre 70 y 80 artículos, pero ha opinado que el pacto requiere el apoyo de muchos grupos.

"Es muy difícil tal como estoy viendo la marcha en el Congreso. No hay mucho entendimiento, más bien hay confrontación y cambiar las leyes generales no es un tema baladí. En 1978 costó mucho", ha recordado.

A juicio de Guerra, "el espíritu de la Constitución se quebró" en el segundo mandato (2000-2004) de José María Aznar, cuando "los diputados de uno y otro grupo no podían ni hablarse".

"Desde entonces, nunca se ha recuperado", ha lamentado Guerra, quien, no obstante, ha subrayado que la actual Constitución "no está muerta" tras haber generado grandes pactos y en ella "cabe todo el mundo".

Guerra ha considerado que "no fue muy afortunado" el comentario de la presidenta andaluza, Susana Díaz, de que el Título VIII de la Constitución, el que establece el modelo autonómico, es "letra muerta".

"Si quiere decir que dados los tirones que hoy se están produciendo es necesario cambiarla, puede tener razón, pero está tan viva como que ella es presidenta por esa letra", le ha recordado.

Como defiende el PSOE, Guerra se ha mostrado partidario de que España se convierta en un estado federal, aunque, a su entender, ya funciona como tal por su grado de descentralización.

El problema, ha añadido, es que para ser un verdadero modelo federal es precisa una "enorme lealtad" entre las diferentes instituciones que en la actualidad no se da.

Sobre el líder del PSOE, Pedro Sánchez, le ha pedido dar más importancia a las políticas sociales que a los derechos civiles, lo contrario que ocurrió con José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se dio "más publicidad" a la ley del matrimonio homosexual que a la de dependencia.

"Hay que saber bien de qué se hace más propaganda, cuál es el mascarón de proa de lo que se está haciendo", ha aconsejado a Sánchez.

También ha anticipado la "disyuntiva" que tendrá el PSOE si gana las próximas elecciones y se ve obligado a pactar para sumar mayoría, con PP y Podemos como las otras fuerzas mayoritarias.

"El PSOE tendrá que mirar a un lado o mirar a otro. Y esa es una decisión que puede ser importantísima para el partido, pero sobre todo para el país", ha avisado.

Tras rechazar que el PSOE tenga que aproximarse a Podemos -"de cortejar, nada"-, Guerra ha dicho que todo lo que se sabe por ahora de la formación de Pablo Iglesias es "negativo" y "no se sabe a dónde va".

"Tiene unos modelos muy alejados de la democracia tal como se entiende en Occidente", ha censurado Guerra, para quien "se están exagerando las posibilidades electorales" de Podemos.

El veterano diputado ha explicado que su decisión "muy meditada" de dejar su escaño la adoptó en el verano del pasado año, después de que ya intentara hacerlo antes de las elecciones de 2008 y 2011.

Ha reiterado que la razón por la que deja la política es que ha cumplido 50 años trabajando. "No tiene relación con ninguna otra cosa", ha dejado claro.

Además, al tener 74 años, se percató de que ha vivido 37 años en dictadura y los mismos en democracia.

"Es el momento", ha remarcado el que diputado por Sevilla.