Condenado a 16 meses de cárcel por poner música de noche a todo volumen e irse de casa

Una de las vecinas perjudicadas desarrolló "un trastorno adaptativo con ansiedad".

Un juzgado de San Sebastián ha condenado a penas que suman 16 meses y medio de cárcel por "perturbar la paz" de los vecinos de su inmueble de Irun a los que molestaba poniendo música, incluso de madrugada, tras lo que se marchaba de la vivienda dejando el aparato "a todo volumen".


Se da la circunstancia que, después de dos años de convivencia en la misma planta del inmueble con esta persona, una de las vecinas perjudicadas desarrolló "un trastorno adaptativo con ansiedad" que requirió tratamiento médico.


Los hechos se remontan al año 2009, cuando el procesado se mudó a vivir al citado bloque de viviendas de la localidad fronteriza, según la sentencia del caso. 


El documento explica que desde ese primer momento el hombre comenzó a "realizar actividades notoriamente molestas" para el resto de habitantes del bloque, quienes tuvieron que soportar durante este tiempo "los constantes portazos y golpes que el inculpado daba en el mobiliario de su casa a cualquier hora del día y de la noche".


El procesado ponía además la música a un "elevado volumen" a cualquier momento y en varias oportunidades lo hizo sobre las 4.30 horas "con la evidente intención de perturbar la paz de sus vecinos", tras lo que "abandonaba su domicilio dejando la música puesta a todo volumen" para impedir el "disfrute del propio domicilio" de sus vecinos y contrariar el "respeto a su vida privada y familiar".


El hombre fue sancionado en "numerosas oportunidades" por los agentes de la Policía Local de Irun que acudieron al lugar alertados por los vecinos y practicaron varias mediciones en las que constataron que el ruido procedente del domicilio del acusado superaba lo establecido en la ordenanza municipal.


En una de estas ocasiones, el imputado reaccionó insultando a sus vecinos a los que recriminó la presencia policial en su domicilio, al tiempo que inquiría a los agentes con frases como: "A que ha llamado esa puta o el cabrón de su marido".


Durante el juicio por estos hechos, el procesado reconoció lo sucedido y admitió la petición que hizo la Fiscalía, por lo que ahora ha sido condenado a penas que suman 16 meses y medio de prisión y a pagar una multa de 90 euros, como responsable de un delito contra el medio ambiente, de un delito de lesiones y de una falta de injurias con las atenuantes de toxicomanía y de reparación del daño causado.


La resolución impide asimismo al procesado acercarse y comunicarse con sus víctimas durante cinco años y le obliga a indemnizar con 10.000 y 5.000 euros a los vecinos más afectados.