Este lunes se inicia el curso político más preelectoral

Estará marcado por la consulta soberanista en Cataluña y la reforma electoral que propone el PP.

Fachada del Congreso de los Diputados
Este lunes se inicia el curso político más preelectoral
Efe

El curso político que empieza este lunes no es un curso cualquiera, es el más preelectoral de esta legislatura: se inicia la cuenta atrás para las cruciales citas con las urnas que aguardan en 2015 y los partidos se preparan, desde ya, para la batalla.


Cataluña será en cualquier caso protagonista de estos primeros meses del curso, con la incógnita de cómo acabarán las pretensiones de los soberanistas ante una consulta que el Gobierno de Mariano Rajoy no va a autorizar.


Y con permiso del debate catalán, la contienda política entre el Gobierno y la oposición será la de la reforma electoral que el PP quiere impulsar para garantizar que gobierne en los ayuntamientos el alcalde más votado y que cuenta, a priori, con el rechazo de buena parte de los demás partidos.


La actividad habitual de los partidos se reanuda este lunes, y en el caso de los dos grandes, el PP reúne a su comité de dirección y el PSOE a su Ejecutiva.


No obstante, será la semana siguiente cuando empiecen las reuniones de calado y se tomen decisiones pendientes.


Así, el 8 de septiembre la Ejecutiva del partido que lidera Pedro Sánchez tiene previsto elegir la nueva dirección del grupo parlamentario, y ese mismo día el PP convoca un Comité Ejecutivo Nacional en el que se espera que los principales dirigentes -barones incluidos- hablen con Rajoy de la reforma electoral.


Socialistas y populares no son los únicos que vuelven a la tarea con deberes. UPyD ha convocado un consejo político extraordinario tras el malestar generado por la propuesta de su eurodiputado, Francisco Sosa Wagner, de concurrir a las próximas elecciones junto a Ciudadanos, una idea que rechaza la líder de la formación, Rosa Díez.


La propuesta de Sosa Wagner surge en un contexto en el que los partidos empiezan a plantearse alianzas de cara a las municipales, toda vez que la reforma que plantea el PP -y que podría aprobar en solitario- haría más difícil la entrada en gobiernos municipales de los partidos pequeños.


Otra cosa es si esa acepción, la de "partidos pequeños", se mantiene tras los comicios de mayo de 2015, dado que las encuestas auguran un cambio en el mapa político, después de unas europeas en las que Podemos irrumpió con una fuerza que parece seguir aumentando a la vista de dichos sondeos.


Al partido de Pablo Iglesias -que según varias encuestas es ya la tercera fuerza del país- le espera también un otoño intenso en el que tiene que decidir sus estructuras y su liderazgo, una transición obligada para prepararse ante las próximas citas electorales.


Y no escapará Podemos del culebrón de las posibles alianzas, sobre todo con Izquierda Unida, que no esconde su interés en el acercamiento.


En la tarea está ya el diputado Alberto Garzón, encargado de perfilar la renovación de IU y estudiar las posibilidades de conectar con otras fuerzas políticas.


Pero antes de las citas electorales, a la vida política española le espera su mayor quebradero de cabeza de los últimos meses: el desafío soberanista catalán.


La posición del Gobierno no ha cambiado: no piensa permitir la celebración de la consulta del 9 de noviembre y recurrirá al Constitucional con tal fin, mientras que Artur Mas no tiene intención de ceder y ha replicado al Ejecutivo que piensa seguir adelante.


Por parte del PSOE, su nuevo líder, Pedro Sánchez, entrará de lleno en esta cuestión buscando tender puentes, porque este mismo miércoles se reunirá con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y tiene la intención, según dijo hace unos días, de proponerle "renovar entre todos el pacto constitucional".


La reforma de la Carta Magna sigue siendo una prioridad para los socialistas, que lo ven como la única solución para resolver el problema catalán, pero desde el Ejecutivo se insiste en que no existe el consenso inicial necesario para abrir ese melón.


Para lo que sí parece haber más posibilidades de un acuerdo que conllevaría reforma constitucional es para la reducción de aforados, una medida que el Gobierno está dispuesto a abordar y que los demás partidos también apoyan.


Otra cosa es si estarán todos dispuestos a limitar al máximo, como ha sugerido el ministro Gallardón, el número de aforados a costa de perder ellos mismos esa condición y abordar la maraña de cambios legislativos -Constitución y Estatutos autonómicos incluidos- que eso conlleva.


Habrá que verlo en el curso político que ya empieza.