Primera jornada sin saltos en cuatro días, aunque la alerta "se mantiene" en Melilla

Son cientos los inmigrantes que esperan en las localidades marroquíes próximas a Melilla su oportunidad de pasar a suelo español .

Intento de salto a la valla de Melilla
Primera jornada sin saltos en cuatro días, aunque la alerta "se mantiene" en Melilla
AFP PHOTO / JOSE COLON

Melilla está viviendo por el momento su primera jornada sin saltoa sobre la doble valla que la separa de Marruecos después de tres días en los que se han registrado seis saltos protagonizados por unos 1.600 subsaharianos, aunque la alerta "se mantiene". 


De esos 1.600 inmigrantes han pasado 92 personas que han elevado a cerca de 1.250 inmigrantes el número de acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), cuando su capacidad óptima es de 480. 


Según han informado a Europa Press fuentes policiales, "si bien se han visto movimientos, como todas las noches, no habido ningún acercamiento a la alambrada ni se ha producido ninguna intento de salto" este viernes, a diferencia de lo que ha venido ocurrido desde el martes de esta semana. 


En este sentido, han indicado que además del helicóptero que sobrevuela el perímetro, los agentes que vigilan la alambrada, tanto en vehículos como desde las distintas garitas repartidas por los nueve kilómetros de frontera, cuentan con "prismáticos con visión nocturna" que les permite incluso "ver los movimientos por la noche" de los inmigrantes que acampan en las montañas marroquíes cercanas del Gurugú.


Se mantiene la alerta


Las citadas fuentes han indicado, no obstante, que la alerta en el perímetro fronterizo "se mantiene", con la presencia tanto de efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla como de los miembros de los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) que ha desplazado el Ministerio del Interior para reforzar al Instituto Armado en la ciudad Autónoma frente a la presión migratoria. 


La tranquilidad en la valla, han añadido, "se puede romper en cualquier momento" porque, según fuentes policiales, "son cientos" los inmigrantes que esperan en las localidades marroquíes próximas a Melilla su oportunidad de pasar a suelo español. 


Eso es lo que ha venido ocurriendo desde el martes hasta el jueves con seis intentos de salto, en los que oficialmente han entrado 92 personas de las 1.600 que lo han intentado. 


El día 12 de agosto, un total aproximado de 750 inmigrantes realizaron tres intentos en Melilla. El primero de unos 500 a las 6,05 horas, de los que consiguieron entrar unos 30 rompiendo una puerta del entrevallado. A las 7,05 horas por otra zona lo intentaron unos 200; de ellos, cincuenta y siete se encaramaron en la valla y finalmente fueron conducidos al CETI. A las 15,30 horas se produjo otro intento de unos cincuenta que fueron rechazados por las fuerzas marroquíes y que no llegaron hasta la valla. 


El día 13 se registraron otros dos saltos, un primero de unos 600 subsaharianos que sobre las 4,45 horas de la madrugada intentaron un salto a la valla por la zona conocida como Villa Pilar, de los que más de 70 quedaron subidos en lo alto pero, en este caso, fueron devueltos a Marruecos tras quedar subidos un máximo de dieciséis horas. 


El segundo, sobre las 6.25, cuando otro grupo, de unos 30 inmigrantes e igualmente de origen subsahariano, intentó acceder a Melilla por la zona conocida como Arroyo de Beni-Enzar, próxima a la principal frontera de la ciudad. En ambos casos sólo se permitió el acceso a cuatro inmigrantes "por presentar traumatismos no graves que han requerido de asistencia sanitaria" en el hospital de Melilla y del que fueron dados de alto a las pocas horas, siendo acogidos en el CETI. 


El sexto salto en tres días se ha registrado el jueves a las 7.30 de esta mañana por parte de unos 250 inmigrantes de origen subsahariano por la zona comprendida entre la frontera de Barrio Chino e inmediaciones del Aeropuerto de Melilla.


De ellos, sólo uno logró pasar el perímetro fronterizo y otros 15 se encaramaron a la segunda valla, donde permanecieron casi hora y media, hasta que finalmente Marruecos se hizo cargo de ellos.