Lo pintaba Greenpeace, un enorme punto negro que denunciaba la ilegalidad del Algarrobico, pero ahora, la justicia andaluza le ha dado otra vuelta de tuerca y declara que la licencia de hotel es legal. 21 plantas y más de 400 habitaciones a medio construir y a escasos metros de la playa de Carboneras.

Aún así el alcalde siempre ha tenido claro su destino, construir el edificio. Al igual que la mayoría de sus vecinos, que en innumerables ocasiones se han manifestado a su favor. Pero en 2006 un juez paralizó las obras tras la denuncia de los ecologistas.

El delito: Incumplir la ley de costas. Comenzaba entonces una intensa batalla judicial y casi una década de litigios y confrontaciones entre vecinos, gobiernos, promotora, fiscalía y ayuntamiento. El propio Chaves anunció en 2006 que el Algarrobico sería derribado ya que estaba construido en terreno protegido y seis años más tarde la Junta de Andalucía y el Gobierno consensuaban su demolición.

Hace tan sólo tres meses la justicia andaluza daba un revés a esta batalla declarando que el suelo era urbanizable. La sentencia hecha pública esta tarde pone punto final a esta lucha: El algarrobico no se mueve de la costa. La licencia de hotel es legal.