Un geólogo de la UZ relaciona los terremotos de Castellón con el proyecto Castor

La Universidad de Zaragoza ha participado en una investigación internacional sobre estos hechos.

Los círculos simbolizan los mayores terremotos y el triángulo, el proyecto Castor
Un geólogo de la UZ relaciona los terremotos de Castellón con el proyecto Castor

Un geólogo de la Universidad de Zaragoza ha participado en una investigación publicada en una revista técnica internacional en la que se han relacionado los terromotos de Castellón con la actividad del Proyecto Castor.


La publicación 'Geophysical Journal International' recoge el estudio elaborado por varias universidades y organizaciones que concluye que lo más probable es que la inyección de gas en las rocas bajo el fondo marino del campo petrolífero de Amposta desencadenase la secuencia de sismos, compuesta por algo más de mil terremotos, y con magnitudes hasta 4.3.


Los cálculos indican que, al aumentar la presión, pudo reducirse la fricción en fracturas en las rocas (fallas) relativamente pequeñas que ya existían en las proximidades del punto de inyección. Eso probablemente favoreció que los bloques de roca se moviesen bruscamente unos con respecto a otros a favor de estas fallas, produciendo los terremotos.


El estudio también ha localizado más de mil terremotos, el doble de los inicialmente señalados. Empleando técnicas avanzadas, los investigadores determinaron con precisión dónde se originaron, y cómo estaban orientadas las fallas que causaron los terremotos mayores. Estos se produjeron a escasos kilómetros de distancia del lugar de inyección, y a profundidades anómalamente pequeñas (1 a 3 kilómetros bajo el nivel del mar), similares a la profundidad del punto de inyección en el sondeo (unos 2 kilómetros bajo el nivel del mar).


La relación causal entre la inyección de gas y los terremotos está apoyada por la estrecha coincidencia temporal y espacial de la secuencia analizada con las operaciones de inyección. Ciertas propiedades estadísticas de la secuencia también cambiaron después de que la inyección finalizase. Las fallas donde se originaron los terremotos están orientadas de forma contraria a la falla principal, la Falla de Amposta, que no generó ninguno de los terremotos mayores.


El geólogo Álvaro González, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza es uno de los coautores de la primera investigación científica internacional que relaciona ambos hechos y en la que han participado expertos del Centro Alemán de Ciencias de la Tierra, de las universidades de Potsdam (Alemania) y Complutense de Madrid, así como del Instituto de Geociencias (Madrid) y del Observatorio del Ebro (Roquetes, Tarragona).