Los vecinos de inmigrantes se sienten más seguros

La delincuencia percibida en España es superior a la que realmente existe. 

Al contrario de lo que pudiera pensarse, las personas que residen en un barrio de inmigrantes se sienten más seguras cuando comparten edificio con ellos. ¿Por qué? El contacto humano acaba con los estereotipos y aumenta la confianza en unos vecinos demasiado acostumbrados a que les juzguen antes de tiempo.


Es una de las conclusiones del estudio "La delincuencia en el barrio: percepciones y reacciones", presentado por La Caixa y coordinado por Alfonso Echazarra, doctor en Estadística aplicada a las Ciencias Sociales.


"Es mejor ser vecino de inmigrantes que tenerlos alrededor en el barrio porque el conocimiento destruye tópicos", precisa el director de la Fundación La Caixa", Jaime Lanaspa.


Y es que el 80 % de los españoles considera que la delincuencia aumenta con la presencia de extranjeros, según una encuesta de la consultora ASEP.


Además, el 26 % de los habitantes de regiones con una proporción de extranjeros mayor que la media están convencidos de que la delincuencia es un problema, un porcentaje que se reduce hasta el 16 % en otras zonas.


Pero el panorama es muy distinto cuando los inmigrantes se integran y establecen relación con sus vecinos. El citado estudio subraya que un aumento de la diversidad en un 1 % reduce la sensación de delincuencia en un 0,03 %.


Echazarra destaca la mayor importancia de otros factores como el bajo nivel educativo, el tamaño del municipio o la suciedad en las calles.


De hecho, el impacto de la inmigración en cómo los ciudadanos perciben la delincuencia es menor que otros factores, como, por ejemplo, el nivel educativo (cuatro veces mayor); el de las familias desintegradas (tres veces mayor) y la frecuencia en el cambio de vivienda (dos veces mayor).


Este último aspecto favorece la sensación de inseguridad, ya que los vecinos no se conocen entre ellos y "es más fácil que alguien entre a robar en las casas", matiza el autor del estudio, quien asegura que los barrios estables son más seguros.


Otro dato llamativo: el 30 % de quienes residen en regiones con un alto porcentaje de separados y divorciados consideran la delincuencia como un problema, algo que Echazarra atribuye a que las familias monoparentales no tienen tiempo para participar en la vida comunitaria y conocer a sus vecinos.


El ruido, la suciedad o el mal estado de los edificios genera malestar en los españoles hasta el punto de que el 33 % se siente inseguro cuando sale a la calle por la noche, un porcentaje de la encuesta International Crime Survey que nos sitúa por encima de la media de los 30 países participantes.


Para Lanaspa, es paradójico que la delincuencia percibida sea superior a la real en España, donde los puntos negros se concentran "más en el sur que en el norte y más en la costa o grandes ciudades que en las zonas rurales", detalla Echazarra.


En concreto, el 38'5 % de los ciudadanos de zonas urbanas ha detectado inseguridad frente al 3,7 % de las zonas rurales, aclara el autor.


A pesar de ser uno de los más seguros del mundo, nuestro país tiene la mayor tasa de personas recluidas. "Sería más rentable invertir en prevención que en un código penal más severo", opina el director de la fundación.


Solo hay 117 de 34.500 regiones censales donde más del 90 % de la población considera la delincuencia y el vandalismo como un problema.


Lo que la gente percibe también es importante, y por eso Echazarra critica que no exista una "campaña de sensibilización para que los españoles sientan que su país es seguro" y no se sorprendan cuando escuchan que "tenemos las tasas más bajas de homicidios".