El periodista español Marc Marginedas, liberado este domingo tras casi seis meses de secuestro en Siria, es un enamorado de su trabajo como enviado especial, especialmente en países del mundo árabe, donde quienes han coincidido con él destacan su sensibilidad hacia los más desfavorecidos.

Esa sensibilidad con las víctimas la ha mostrado especialmente en zonas de conflicto como las últimas revueltas, revoluciones y conflictos armados en países musulmanes como los que le condujeron a Siria hasta su desaparición el pasado 2 de septiembre, día en el que envió su última crónica al diario 'El Periódico' para el que trabaja.

Entre las cualidades que adornan su desempeño profesional sobresalen, además de la certera calidad de sus crónicas, que le han hecho figurar entre los finalistas de los premios Cirilo Rodríguez, entre otros galardones, su modestia y sencillez.

Además del interés por el conocimiento de la lengua y cultura árabes, quienes hemos observado su trabajo en lugares de conflicto como en la Libia de la caída del coronel Muamar al Gadafi, podemos atestiguar dos hechos reseñables: la rapidez para llegar al lugar informativo caliente y su destreza para orientar a los periodistas más jóvenes.

Marginedas, nacido en 1967, se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra (1990) y en Relaciones Internacionales por la Universidad de Ámsterdam (1991).

Comenzó a colaborar con 'El Periódico de Catalunya' en 1988, medio por el que fue enviado especial para Argelia en diciembre de 1991 para cubrir las elecciones.

Redactor del diario desde julio de 1992, trabajó como corresponsal en Moscú desde agosto de 1995 a noviembre de 2000, y entre otras coberturas, sobresalió su seguimiento de la guerra en Chechenia (1998-2000).

Entre 1995 y 1998 también viajó por el norte de África e informó desde Rabat o Argel donde la cruenta guerra con los islamistas sembró en aquella década el país de muertos.

Se vio obligado a dejar Argelia al denegarle la renovación del visado el Gobierno, en enero de 1998, y regresó a Moscú en marzo de 1998.

Reincorporado a la redacción del Periódico en Barcelona, desde 2002 fue enviado especial a zonas de conflicto como Irak (2003-2010), Afganistán (2006-2010), el Líbano (2007), Pakistán (2008), y la guerra sudanesa de Darfur (2004).

Además, fue enviado especial a Londres tras los atentados de 2005.

En los primeros meses de 2011 informó de las revueltas de la "Primavera" de Túnez y de Libia, que acabaron con los regímenes de Ben Alí y de Gadafi, respectivamente.

En febrero de 2012 y marzo de 2013 fue enviado especial al conflicto armado de Siria, país al que regresó el 1 de septiembre y en el que fue secuestrado tres días después por un grupo de insurgentes yihadistas en los alrededores de la ciudad de Hama, en el oeste sirio.

Su captura fue conocida el 23 de septiembre pasado.

Finalista del Premio Cirilo Rodríguez, en mayo de 2013, y Premio Maria Grazia Cutuli de periodismo del diario italiano "Corriere della Sera", en noviembre de 2013, es autor el libro 'Periodismo en el campo de batalla. Quince años tras el rastro de la yihad' (2012).