Inmigrantes lanzan piedras a la Guardia Civil desde su patera

Doce inmigrantes de origen subsahariano que viajaban a bordo de una patera que pretendía entrar en Melilla embistieron y lanzaron piedras a los agentes del Grupo Especialista en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil, que pretendían interceptar la embarcación.


Según ha informado hoy la Delegación del Gobierno en una nota, la embarcación fue avistada poco antes de las 21.00, momento en el que la lancha del GEAS salió a su encuentro antes de que entrara a la dársena del puerto de Melilla.


La patera, ocupada por 12 subsaharianos varones y adultos, embistió contra la embarcación de la Guardia Civil.


"Los agentes de la Guardia Civil tuvieron que enfrentarse a una difícil situación, en la que fueron blanco del lanzamiento de piedras e incluso de un violento acometimiento que provocó daños en la embarcación de la Benemérita, justamente en el motor de estribor", afirma la Delegación.


Un guardia civil sufrió el impacto de una de las piedras lanzadas desde la patera, aunque "sin consecuencias".


Dada la situación, una segunda lancha de los GEAS acudió al lugar para ayudar en las labores de interceptación de la patera, de la que finalmente se hicieron cargo sobre las 22.00 las autoridades marroquíes "conforme al protocolo vigente".


La Delegación del Gobierno recuerda que la Guardia Civil cumple con la defensa de las fronteras marítimas y terrestres "sin perjuicio de atender a un mismo par el auxilio humanitario que puedan requerir los inmigrantes".


El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, reitera su apoyo y respaldo a la Guardia Civil y reconoce su "inestimable labor en la lucha contra unas mafias que, está demostrado, abocan a los inmigrantes a la desesperación, hasta convertirlos en sus auténticos rehenes".


Según la Delegación, cada inmigrante a bordo de una patera ha pagado previamente a las mafias entre 1.500 y 1.800 euros.


Esto, a juicio de esta institución, permite cuantificar la "dimensión de un negocio basado en el tráfico sin límite de seres humanos", aun a costa de poner en serio riesgo la propia vida de los inmigrantes.