Crisis en el PSOE

Rubalcaba acepta dar más poder a Elena Valenciano

El secretario general redefinirá funciones dentro de la ejecutiva, como pidió Griñán, tras la crisis de Ponferrada.

Elena Valenciano
Valenciano cree que el PP ha pagado sus "engaños"
EFE

"Caso cerrado". Así calificó este jueves el secretario de Política Municipal del PSOE, Gaspar Zarrías, el polémico episodio de Ponferrada. El asunto aún colea, pero la dirección del partido asegura que no cederá en su determinación de mantener a Óscar López como secretario de Organización y se niegan a tomar medidas drásticas. La salida pasa, dicen, por redefinir funciones dentro de la comisión ejecutiva federal.


Eso es lo que solicitó el lunes el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán: un nuevo reparto de competencias para que la vicesecretaria general, Elena Valenciano, coja las riendas de los asuntos orgánicos, y Alfredo Pérez Rubalcaba pueda dedicarse en exclusiva al "liderazgo social". En principio, eso no requeriría la reunión de ningún órgano superior a la propia comisión ejecutiva, como el Comité Federal. Salvo que haya presión en sentido contrario.


En todo caso, el hecho de que sea la federación andaluza, la más potente del partido y que ha mantenido y aún mantiene ciertos roces con el equipo de Rubalcaba, la que planteara esta solución 'conservadora', permite al secretario general de los socialistas ganar tiempo, una vez más, para intentar conseguir algo más de estabilidad.


El próximo jueves, 21 de marzo, se reunirá en la sede de Ferraz la ejecutiva, la de verdad, para analizar lo ocurrido en dos semanas aciagas para los socialistas, desde el Debate del estado de la Nación, a la crisis de Ponferrada pasando por la sublevación del PSC o las diferencias con los socialistas gallegos.


El pasado lunes, la dirección socialista se reunió en su versión reducida, la comisión permanente, de la que forma parte, fundamentalmene, el núcleo duro de Rubalcaba. Esta vez estarán casi todos. De hecho, se ha tenido que buscar la fecha adecuada -lo normal habría sido celebrarla el lunes 18 pero es fiesta en Madrid- que satisficiera a la mayoría.


La cita servirá para medir si ha bajado la fiebre o no. La situación interna es en estos momentos de incertidumbre y desánimo, pero nadie es capaz de anticipar en qué puede acabar ese sentimiento y fuentes del partido aseguran que la intención es ir atemperando los ánimos. Por lo pronto, Valenciano se reúne este viernes con los secretarios provinciales -lo hace una vez al trimestre- para hablar, formalmente, sobre la Conferencia Política de otoño, pero también para hacer una llamada a la cohesión en estos momentos de severas turbulencias.