Consulta soberanista

El PSOE podría dejar fuera de su Ejecutiva al PSC aunque mantiene el diálogo

Alfonso Guerra ha pedido que se rompan las relaciones entre PSOE y PSC mientras Elena Valenciano ha afirmado que no es momento de tomar "decisiones en caliente".

El diputado del PSC Francesc Vallès habla con su compañero José Zaragoza.
El PSOE podría dejar fuera de su Ejecutiva al PSC aunque mantiene el diálogo
EFE

El PSOE y el PSC se han esforzado este martes en restañar las heridas abiertas por la indisciplina de estos últimos a cuenta del derecho a decidir y han quedado en revisar a fondo su protocolo de relaciones, lo que podría suponer dejar fuera de la Ejecutiva Federal a los socialistas catalanes.


Fuentes socialistas han confirmado a Efe que ésa podría ser una de las consecuencias de las desavenencias los últimos días, después de que el primer secretario del PSC, Pere Navarro, pidiera la abdicación del Rey sin consultar con nadie en Ferraz y ordenara a sus catorce diputados en el Congreso que votaran a favor de las propuestas de CiU e ICV sobre la consulta soberanista en Cataluña.


Al final, trece de los parlamentarios del PSC han secundado las instrucciones de Navarro, mientras que Carme Chacón ha optado por una fórmula bastante inusual en la Cámara, la de no participar en las votaciones, una postura que ha sido acogida con estupor en buena parte de la bancada del PSOE.


No han faltado voces durante la jornada de este martes para que el PSOE y el PSC rompan sus relaciones, como la del exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, aunque la mayoría de los socialistas de uno y otro lado se han decantado mayoritariamente por reconducir las cosas, revisando el protocolo de relaciones que existe entre ambos desde hace décadas.


Esa revisión podría conducir a la salida del PSC de la Ejecutiva del PSOE, habida cuenta de la "asimetría" actual, ya que la dirección federal no está representada en la Ejecutiva de los socialistas catalanes. Tradicionalmente, el PSC tiene dos miembros en la Ejecutiva Federal del PSOE.


Con Alfredo Pérez Rubalcaba de líder y desde el congreso de Sevilla de febrero del año pasado forman parte de la dirección federal, en calidad de vocales, los diputados del PSC José Zaragoza y Esperança Esteve.


En un desayuno informativo a primera hora, Rubalcaba ha restado importancia al desmarque del PSC al votar a favor del derecho a decidir en el Congreso con el argumento de que lo llevaba en su programa electoral.


Lo importante, a su entender, es que PSOE y PSC comparten el "no" a la independencia de Cataluña y que en una hipotética consulta ambos harían campaña en contra del soberanismo.


"Coherente es; va a votar lo que ha votado en Cataluña y lo que ha defendido ante los ciudadanos catalanes", ha juzgado Rubalcaba, para recordar también que esta discrepancia era pública y notoria y se conocía desde hacía meses. "Ellos creen que Cataluña tiene derecho a decidir y nosotros creemos que no", ha subrayado.


No obstante, y para evitar que en un futuro se produzcan situaciones como ésta, ha explicado que PSOE y PSC ultimarán cuanto antes la revisión del protocolo de relaciones entre los dos, de manera que queden claras las reglas de juego.


Se trata de que el PSOE consulte con el PSC los temas que afecten a Cataluña y que el PSC consulte con el PSOE los que afectan a España, ha detallado.


El protagonismo de la jornada, sin embargo, se lo ha llevado la exministra de Defensa Carme Chacón al anunciar que no apoyaría las órdenes de la dirección del PSC y decir que había puesto su cargo a disposición de Navarro.


"No voy a apoyar las resoluciones de los tres partidos que han iniciado un proceso de ruptura de Cataluña con España", ha zanjado en alusión a CiU, ERC e ICV.


Su decisión final de no votar ha causado sorpresa en el PSOE, donde se daba por hecho que iba a votar que "no" junto al resto de diputados no catalanes. De hecho, un histórico dirigente ha llegado a decir que se siente "timado" por Chacón.


Aunque las direcciones del PSOE y del PSC se han esforzado este martes en limar asperezas no han faltado las voces que han aprovechado este desencuentro para reclamar que ambos partidos rompan sus relaciones.


Ha sido el caso de Alfonso Guerra, que se ha mostrado extremadamente crítico con la postura del PSC, al que ha reprochado su cercanía con los postulados nacionalistas.


Guerra ha defendido esta opinión en una intensa reunión de dos horas, celebrada a puerta cerrada, del grupo socialista. El exvicepresidente del Gobierno incluso ha sugerido que, si se consumara la insubordinación, el PSOE debería pensar en presentarse con su propia marca en Cataluña, al margen del PSC.


Sus palabras han encontrado cierto eco entre otros compañeros, como el histórico dirigente vasco José María Benegas, el exministro de Fomento José Blanco o el portavoz en la comisión de Sanidad, José Martínez Olmos, aunque estos han apostado también por intentar encauzar las cosas y recomponer las relaciones entre ambos partidos.


Ésa ha sido la línea mayoritaria de las intervenciones, tanto por parte del PSOE como del PSC, cuyos trece diputados desobedientes serán sancionados con entre 200 y 600 euros de multa por romper la disciplina de grupo.


La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha sido la encargada de replicar a Guerra durante la reunión del grupo y le ha dicho que este no es momento de tomar "decisiones en caliente" como romper con el PSC, que además serían definitivas e irreversibles, sino que es preciso mantener los contactos y las vías de diálogo, según han relatado a Efe algunos de los asistentes al encuentro.


"A veces, ejercer la autoridad es mantener el timón en momentos difíciles y éste es uno de ellos", ha dicho Valenciano, convencida de que los socialistas catalanes son "el único puente político" que queda actualmente entre Cataluña y el resto de España.


Entre los trece diputados que han roto este martes la disciplina de voto, figuran dirigentes del PSC como José Zaragoza (exsecretario de Organización); Francesc Vallés (coordinador del PSC en el Congreso); Teresa Cunillera (vicepresidenta primera de la Cámara Baja), Joan Rangel, exdelegado del Gobierno en Cataluña, o Albert Soler, exsecretario de Estado de Deportes.


Además, han roto la disciplina de voto Meritxell Batet, Juan Carlos Corcuera, Esperança Esteve, Isabel López Chamosa, Germán Rodríguez, Joan Ruiz, Román Ruiz y Alex Saez.