El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho este viernes balance de su primer año de Gobierno, que ha tenido un marcado carácter económico, aunque también ha hecho referencia a Cataluña. Rajoy ha afirmado que 2013 será un año "muy duro", pero confió en que la economía española pueda mejorar a partir del segundo semestre, gracias a la "corrección del rumbo" y a los "sacrificios" que están asumiendo los españoles. Asimismo, intentará que los parados no superen los 6 millones, no subir de nuevo el IVA y bajar el IRPF. 

Durante este balance en Moncloa, Rajoy afirmó que es preciso "no engañarse ni engañar" a los españoles, por lo que aseguró que la economía seguirá en "recesión" durante "algún tiempo", aunque se mostró confiado en que comenzará a mejorar a partir de la segunda mitad de 2013.

Según Rajoy, las reformas del Gobierno están empezando a dar "algunos frutos", como indica la corrección del déficit público, la mejora de la balanza por cuenta corriente o la menor destrucción del empleo privado.

"Austeridad y reformas son los dos ingredientes de una política cuyo único objetivo es que se puede crecer para crear empleo cuanto antes. Sabemos que no se producen efectos instantáneos, sabemos que mucha gente está impaciente, son ya cinco años de crisis, mucha gente se está dejando llevar por el escepticismo, cuando no por la desesperanza, y mucha gente se siente decepcionada por la falta de resultados", reiteró.

Rajoy reiteró que, a pesar del desánimo de la población española, el Gobierno está haciendo "lo que es necesario e inevitable hacer", ya que, si no hubiera hecho nada, España estaría "en una situación muchísimo peor", con un déficit público en el 11% o el 11,5% del PIB, una situación "insostenible".

Tras afirmar que "las cosas han sido más difíciles" de lo que esperaban, ya que "nunca" imaginaron "semejante deterioro" del déficit público, Rajoy se mostró convencido de que el Ejecutivo ha intentado ser "equitativo" y "ha sentado las bases" para que no se vuelva a repetir nunca más esta desviación con la aprobación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Rajoy afirmó que ha llevado a cabo la "más ambiciosa e intensa" agenda de reformas que se ha acometido en España en los últimos años y citó la reestructuración del sector financiero y la reforma laboral. "stas y otras reformas sientan las bases para un crecimiento estable y sostenible en el futuro", subrayó.

También mencionó las reformas para "mantener los pilares del Estado de Bienestar", como la sanidad y la educación, porque sin estos cambios "difícilmente se hubieran podido mantener en el futuro". "Somos conscientes del esfuerzo muy grande de los españoles, pero imprescindible para mantener (estos servicios) en el futuro", señaló.

En este sentido, dijo que los "grandes objetivos" para 2013 siguen siendo el crecimiento económico y el empleo y los "grandes instrumentos" que usará el Gobierno seguirán siendo la reducción del déficit público, la reestructuración del sector bancario y las reformas estructurales.

Por último, Rajoy reiteró el "esfuerzo descomunal" que ha hecho España por reducir el déficit público, y añadió que "nunca se ha pedido tanto" a un país en una situación de recesión y con los problemas que tiene.

Por ello, ha dicho que no pedirá paciencia ni confianza ciega a los españoles, pero sí comprensión a la necesidad de tomar las medidas "que a nadie gustan" para superar la crisis y solidaridad ante la necesidad de que todo el mundo se sacrifique. Además, ha confiado en que "el largo periodo de dificultades no nuble la visión de las fortalezas de un país".

Se intentará que no se superen los 6 millones de parados

Por otro lado, el presidente del Gobierno ha asegurado que intentará que no se superen los seis millones de parados, no volver a subir el IVA y eliminar en 2014 el gravamen complementario del IRPF que se creó a finales de 2011.

"Intentaremos que eso no sea así", ha dicho Rajoy. A su parecer, hacer pronósticos o intentar adivinar el futuro no tiene sentido, aunque la intención del Gobierno es no volver a subir el IVA y eliminar el gravamen complementario del IRPF tal y como estaba previsto, aunque todo dependerá de la evolución de los acontecimientos.

Además, ha aclarado que el Ejecutivo no tiene "ninguna intención" de flexibilizar el objetivo de déficit de las comunidades autónomas para 2013. Rajoy ha explicado que "buena parte" de los problemas que arrastra el país tienen su origen en el gasto de las administraciones públicas por encima de sus ingresos. Mantener esta tendencia "lleva inevitablemente a cobrar, no puede llevar a otro sitio".

Ha explicado también que confía en "no tener que llegar" a la intervención de ninguna autonomía, por incumplir los planes de ajuste aprobados. Ha aclarado sin embargo que las previsiones de la ley de estabilidad presupuestaria, que abre la puerta a esa intervención, se aplicarán tanto al Estado como los gobiernos autonómicos.

Según Rajoy, el Ejecutivo recurrirá ante el Tribunal Constitucional el euro por receta en la Comunidad de Madrid si el 1 de enero entra en vigor, como hizo con la medida de Cataluña. Además, ha expresado su "preocupación" por la situación de la sanidad en Madrid debido la huelga de médicos, y ha defendido que la decisión de externalizar la gestión en hospitales y centros de salud de la Comunidad "se ha tomado en el ejercicio de las competencias".

En cuanto al ámbito judicial, Mariano Rajoy ha avalado las reformas que está llevando a cabo el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y ha defendido los cambios acometidos tanto en el Consejo General del Poder Judicial, así como las nuevas tasas judiciales. En Sanidad y Educación, ha asegurado que era "absolutamente imprescindible" reformarlas para mantener el sistema público, gratuito y universal en ambos casos.

Rajoy mantiene "la mano tendida" a Mas 

Rajoy ha reiterado que mantiene "tendida la mano" al diálogo con Cataluña y que está dispuesto a "acomodar mejor las demandas de diversidad", pero ha dicho que conoce sus responsabilidades como presidente, las "lealtades" a las que se debe y el "papel" que le corresponde "en la defensa de la Constitución", en referencia al anuncio del Gobierno catalán de convocar un referéndum independentista.

"No me desviaré de ninguna de ellas. Mantengo tendida la mano al consenso, pero siempre en el marco que delimita la Constitución", ha subrayado. Para ello, ha asegurado que recibirá "con mucho gusto" a Artur Mas cuando éste lo solicite. "He escuchado que consideraría bueno y positivo tener una conversación conmigo y a mí hablar me parece muy bien", ha insistido.

Pero, "una cosa es hablar, negociar, y otra decir sí o no a una propuesta, porque uno no tiene opción", ha recalcado. "Una negociación no es: 'o se hace esto o si no, hago lo que quiero'", ha insistido el presidente. Rajoy ha vuelto a mostrarse a abierto a renegociar la financiación catalana y a "escuchar" otros planteamientos, pero en ese marco de diálogo. "Una cosa es hablar, otra dialogar y otra ver a qué acuerdos se llega", ha reiterado.