Elecciones vascas

Paracetamol para los socialistas

Eran las ocho y cinco de la tarde, acababa de salir la encuesta de la televisión vasca que daba 14 escaños a los socialistas y una de las encargadas de prensa entraba en la sala de los medios de comunicación preguntando si alguien tenía paracetamol.


"¿Un poco pronto, no?", le han contestado los periodistas entre risas. Luego, los resultados han mejorado sólo un poco la encuesta: han acabado en 16, cuando tenían 25 parlamentarios... y un Gobierno y el primer lehendakari socialista después de casi cuatro décadas de poder del PNV.


Tras perder el Ejecutivo, en el hotel de Bilbao en el que los socialistas vascos han seguido la noche electoral. el centenar de simpatizantes congregado estaba tristón, a juego con el día de lluvia. "¿Qué tal?" les preguntábamos los periodistas. "Una mierda" han respondido unos cuantos.


En cambio, el discurso oficial ya tenía la calculadora en la mano. Ya los primeros dirigentes que han salido a valorar las encuestas, la consejera Isabel Celaá o el secretario de organización, Alfonso Gil, llegaban con adjetivos similares: el PSE va a ser "determinante" o "influyente" en la política vasca.


El comentario común era evidente: Sólo con el PSE o con Bildu, y éste parece descartado, el PNV tiene garantizada la mayoría absoluta.


Así que algunos corrillos socialistas esperaban que a partir de mañana haya partido por jugar, es decir, que pueda haber negociación con Urkullu para formar gobierno. Otros se resignaban a quedarse en la oposición.


A las diez y veinte ha salido el lehendakari, entre aplausos y gritos de "¡Aupa Patxi!", que han durado sus buenos dos minutos. Desde luego, su gente le quería demostrar cariño.


El lehendakari ha hablado diez minutos en los que ha opinado sobre los resultados y ha animado a los fieles. Después, rápido, para las once, todos a casa. No era día para fiestas.