La fiscal ha mantenido su petición de 19 años de prisión para el exjefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', y tres miembros del 'comando Argala' por atentar contra el exconsejero socialista de Justicia y Educación del Gobierno vasco Jose Ramón Rekalde. 

Los cuatro terroristas han sido juzgados en la sección segunda de la Audiencia Nacional por el intento de asesinato de Rekalde, ocurrido el 14 de septiembre de 2000, en cuya vista la fiscal Ana Noé ha reclamado sentencia condenatoria para todos los acusados mientras que la defensa ha pedido la absolución al entender que no existen pruebas de cargo suficientes contra ninguno.

La representante del Ministerio Público ha acusado a los etarras de un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, por lo que reclama además que indemnicen al exconsejero socialista con 300.000 euros por las secuelas sufridas, y 150 euros por cada uno de los 545 días que Rekalde permaneció inhabilitado tras recibir un disparo.

La fiscal ha solicitado la condena con arreglo a, entre otras pruebas, la declaración de uno de los detenidos (Juan Carlos Besance) en el momento de su detención y a la agenda incautada a al entonces jefe militar de ETA 'Txapote' cuando fue arrestado en 2001 y en la que aparecen numerosas citas del 'comando Argala' y testimonios.

En palabras de la fiscal, ha quedado "claramente probado" que Txapote ordenó y señaló el objetivo del atentado, reivindicado por ETA en el diario Gara, y ha acusado a Óscar Zelarain como autor directo y a Andoni Otegi y Basance como autores de cooperación.

Sin declarar

Tanto Txapote como los otros tres etarras se han negado a declarar en el juicio al no admitir su legalidad, según han señalado en euskera al presidente del tribunal, el magistrado Fernando García Nicolás. "No voy a participar en este teatro", ha manifestado el exresponsable militar de la banda terrorista ETA, quien al ser preguntado por el magistrado sobre si iba a responder a alguna pregunta, se ha limitado a afirmar que "todo lo que tenía que decir está dicho". 

En similares términos se han expresado posteriormente los otros tres procesados. Sí que han declarado Rekalde y su mujer, María Teresa Castells quienes han renunciado a hacerlo sin ser vistos por el público. 

De espaldas a los acusados, Rekalde, con problemas en el habla a causa de las secuelas provocadas por el disparo, ha relatado con detalle el momento del atentado.

Según ha mencionado el exconsejero socialista, él y su esposa llegaron en torno a las 20.30 al aparcamiento de su domicilio en San Sebastián.

Nada más salir del coche, ha continuado, y mientras se estaba incorporando, vio la "circunferencia del cañón de la pistola y a una persona" que le disparó.

Su mujer no presenció el momento del disparo pues se le había caído unas manzanas en el coche y las estaba recogiendo, ha afirmado, pero al escuchar un fuerte ruido le preguntó qué pasaba, y Rekalde contestó ensangrentado: "un tiro".

Zelarain, que fue quien disparó el arma, se dio a la fuga en una moto robada en la que le esperaba Andoni Otegi y ambos se desplazaron hasta el punto en el que les esperaba el otro acusado en un vehículo, con el que se fueron en dirección a Usurbil.

Allí se separaron, y Andoni Otegi prosiguió su camino en coche y los otros dos a pie atravesando el monte hasta Villabona.

Precisamente en esta localidad la Policía halló en el domicilio de Besance, tras su detención el 29 de septiembre de 2010, un vehículo robado, 50 bolsas de 1,7 kilos de nitrato amónico y otras 50 con 300 gramos de polvo de aluminio, una pistola, dos cargadores, cordón detonante, un kilo de pentrita y ocho detonadores, entre otros efectos.

Todos los policías nacionales, guardia civiles, peritos y funcionarios de la Ertzaintza que han acudido al juicio han ratificado todos los informes presentados por la Fiscalía. Asimismo, los dos letrados que fueron adjudicados a Besance en el momento de su detención han negado las acusaciones de maltrato y de cualquier irregularidad que el etarra afirmó haber sufrido en sus declaraciones ante la Guardia Civil.