Caso Ruth y José

No tener el ADN de una víctima no impide incriminar y juzgar a un acusado

Ante la ausencia del cuerpo de una víctima o la imposibilidad de identificar su ADN, se puede recurrir en la acusación a las pruebas indiciarias.

No tener el ADN de un fallecido, bien porque no aparezca su cadáver o porque sea imposible extraerlo de sus restos, como podría ser el caso de los niños desaparecidos en Córdoba, no significa que la Policía y después la Justicia no puedan incriminar, juzgar e incluso condenar al posible asesino.


Así lo han manifestado varios expertos consultados después de que este lunes se haya conocido que dos informes antropológicos concluyen que los restos óseos incinerados y hallados en la finca de Las Quemadillas corresponden a "seres humanos inmaduros" e incluso a un niño de 6,22 años.


Sin embargo, aún se desconoce si se podrá extraer el ADN de esos restos óseos dada la alta temperatura -entre 650 y 800 grados- que alcanzó la hoguera.


El abogado de la familia de Marta del Castillo, José María Calero, ha explicado que la ausencia del cuerpo de una víctima o la imposibilidad de identificar su ADN pueden ser sustituidos en una acusación por las denominadas pruebas indiciarias.


Se trata de aquellos indicios que, "en conjunto, ordenados y que se puedan atribuir" a un procesado conforman "un puzzle completo" con el que al final se puede demostrar la autoría de un crimen.


Las piezas del puzzle

En el caso de José Bretón, padre de los dos niños desaparecidos, imputado por detención ilegal y simulación de delito, Calero ha destacado como indicios, por ejemplo, que él mismo confesó que había hecho una hoguera en su finca para quemar unos recuerdos de su exmujer, Ruth Ortiz, y que fue la última persona que los vio antes de denunciar su desaparición en un parque de Córdoba.


El letrado de la familia de Marta del Castillo ha subrayado también "la dificultad" de acreditar unos indicios frente a otros que también puedan ser compatibles con la inocencia del acusado.


Esa dificultad también ha sido resaltada por el abogado Pedro Colina, del despacho Rodríguez Ramos, para quien las pruebas indiciarias cuando se carece del ADN de un asesinado tienen que estar "perfectamente demostradas".


"Es difícil", ha enfatizado Colina -abogado de la familia de Álvaro Ussía, que falleció en Madrid tras la brutal paliza de un portero de discoteca- pero se puede probar la culpabilidad de una persona si esos indicios son "múltiples y juntos suman una acusación razonable".


Fuentes judiciales han coincidido con estas opiniones, afirmando también que otras pruebas biológicas pueden ser esenciales para resolver un caso e incluso la conexión entre unos indicios y otros.