Crisis económica

La oferta de vivienda barata para jóvenes cae en saco roto por falta liquidez

Seis de cada diez jóvenes residen en el domicilio familiar con escasas perspectivas de acceder a una vivienda, principalmente por dos factores: falta de financiación y elevado precio.

En España, seis de cada diez jóvenes residen en el domicilio familiar con escasas perspectivas de acceder a una vivienda y, aunque la crisis ha traído cierta sobreoferta de pisos, los menores de 30 años se ven obligados a rechazarla por falta de crédito para la compra o de ingresos para el alquiler.


Esta opinión es compartida, aunque con matices, por responsables de organismos de vivienda joven de diferentes municipios españoles y por expertos en el tema como Julio Gil, codirector del Máster de empresas inmobiliarias de la UNED, y José Barta, profesor de Estrategia para Mercados Hostiles.


Barta subraya que los jóvenes suponen un colectivo de riesgo para las entidades financieras y, hoy en día, sus padres y posibles avalistas tampoco cumplen en gran mayoría los requisitos, dada la edad de los mismos frente a hipotecas a muy largo plazo.


Sin embargo, y a juicio de este experto, no existe un exceso de oferta para jóvenes, al menos en Madrid y Barcelona, como tampoco existe una demanda solvente por falta de financiación.


Julio Gil comparte con su colega que las dos dificultades de acceso a la vivienda para un menor de 30 años son la financiación y el precio y, aunque el precio de la vivienda ha bajado, sigue sin adaptarse a las condiciones de los jóvenes con gran precariedad laboral.


Gil estima que "un buen producto" es el alquiler o el alquiler con opción a compra que en los últimos años muchos municipios han puesto en marcha a un precio ventajoso.


Ofertas en distintas ciudades

Este es el caso del Ayuntamiento de Barcelona. El delegado de Vivienda, Antoni Sorolla, ha narrado a Efe una experiencia que está triunfando en la ciudad condal y que es pionera en España: La venta de viviendas con derecho a uso durante 75 años.


Se trata -dice- de una alternativa que no especula con el suelo y que se basa en la máxima de "asegurar tu vida pero no la de tus herederos".


El mecanismo es muy innovador porque no requiere comprar suelo que se mantiene público y revierte a la administración pasados los 75 años.


Se trata -dice- de viviendas con una superficie de entre 70 y 80 metros cuadrados, que se venden en torno a los 100.000 euros, lo que se traduce en una hipoteca media de 400-500 euros mensuales.


En Valencia, la asesora de la concejalía de Urbanismo Patricia Gutiérrez asegura que la falta de crédito para la compra y de ingresos para el alquiler retrae la emancipación juvenil.


Gutiérrez explica que en la ciudad de Valencia se promueve el alquiler con opción a compra, y reconoce que, tras el repunte en la construcción de los últimos años, hay una considerable cartera de vivienda vacía a precio tasado que no se ha colocado en el mercado.


Señala que este tipo de casa, dirigida a jóvenes, va desde el estudio de 40-50 metros cuadrados que se alquila por 180 euros al mes en el centro de Valencia a la vivienda de barrio residencial, con 3-4 dormitorios y un alquiler de 400 euros.


En Gijón, según ha facilitado la Corporación, este mismo mes se han puesto en marcha dos planes para jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años.


Se trata del Plan de alquiler Comparte-Joven y el Programa intergeneracional Convive, que impulsa el alojamiento alternativo para jóvenes en el domicilio de personas mayores que necesitan compañía.


En Bilbao, recientemente el Ayuntamiento ha impulsado el programa 'Viviendas Municipales para Jóvenes Solidarios', que ofrece pisos en alquiler a jóvenes que cursan estudios de postgrado en el campus.


La iniciativa consiste en ofrecer pisos municipales en régimen de alquiler a un precio simbólico de 40 euros y como contrapartida el alumno debe colaborar en proyectos comunitarios y en el apoyo a colectivos vulnerables.


En Madrid, la concejalía de Urbanismo y la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) han rehusado la petición de Efe de valorar los planes de vivienda para jóvenes en la actual situación de crisis.


También los políticos se pronuncian y, en concreto, la diputada socialista y portavoz de Vivienda en la Comisión de Fomento del Congreso, Leire Iglesias, considera que es "muy poco realista" pensar que los jóvenes tienen más facilidades de hacerse con una vivienda por el hecho de que hayan bajado de precio e incide que lo más importante es que falta liquidez.


Iglesias apunta que la desaparición de algunos programas como el de la renta básica de emancipación, una ayuda directa que benefició a 300.000 jóvenes, lo dificulta aún más.


Reconoce que en algunos municipios, como Madrid, "ahora te llaman de algunas bolsas de vivienda que antes eran interminables" pero lamentablemente no es significativo ya que la difícil situación económica imposibilita que esto se traduzca en una vivienda propia.


Según datos del Observatorio Joven de Vivienda (OBJOVI), la población joven tiene posibilidades muy restringidas de acceder a una casa dada la dificultad de disponer de una fuente regular de ingresos.


En el caso de la libre, un joven tendría que reservar el 53,6 por ciento de un salario medio, más de veinte puntos de lo que se aconseja para que una operación bancaria sea viable.