China - EE. UU.

Xi expresa su voluntad de cooperación con Obama

Se espera que el vicepresidente Xi reemplace el próximo octubre al presidente Hu Jintao al frente del Partido Comunista chino.

El vicepresidente chino y Obama durante su encuentro en la Casa Blanca.
Xi expresa voluntad de cooperación y consenso en reuniones con Obama y Biden
EFE

El vicepresidente chino, Xi Jinping, ha querido lanzar este martes un mensaje de tranquilidad a Washington al asegurar que espera "establecer consenso, expandir la cooperación y profundizar la amistad" durante la visita que ha iniciado a Estados Unidos.


Xi se ha reunido en la Casa Blanca con el vicepresidente, Joe Biden, y con el presidente Barack Obama, en el primer día de una visita que el Gobierno de Estados Unidos quiere aprovechar para conocer mejor al futuro líder de China, cuyas opiniones sobre Washington son hasta ahora un enigma.


Se espera que Xi reemplace el próximo octubre al presidente Hu Jintao al frente del Partido Comunista chino y en marzo del año próximo como jefe del Estado.


Tanto en su reunión con Biden como con Obama, el vicepresidente chino ha insistido en que busca una relación basada "en el respeto y el beneficio mutuo".


Xi no hizo referencia en ningún momento a algunos de los temas más espinosos de la compleja relación bilateral, como la cotización del yuan o el equilibrio militar en Asia-Pacífico, a lo que, en cambio, sí ha aludido Obama en declaraciones a los medios junto al mandatario chino antes de comenzar su reunión.


Estados Unidos quiere colaborar con ese país para "asegurarnos de que todos observamos las mismas reglas de juego en lo que concierne al sistema económico mundial", ha explicado Obama.


"Eso quiere decir que exista un flujo comercial equilibrado no sólo entre EEUU y China, sino en el mundo entero", ha precisado.


Washington considera que el yuan cotiza de manera artificialmente baja, lo que beneficia a las exportaciones chinas en detrimento de las estadounidenses. Estas denuncias se han convertido en un argumento electoral para los comicios presidenciales del próximo 6 de noviembre.


El Gobierno estadounidense también reclama a China que haga más para combatir la piratería y Obama anunció el mes pasado la creación de una unidad que tendrá como misión principal precisamente combatir las falsificaciones procedentes de ese país.


En cuanto a "cuestiones cruciales como los derechos humanos", Obama ha declarado que EE. UU. "continuará insistiendo en lo que nosotros pensamos que es importante, que se reconozcan las aspiraciones y los derechos de todos".


El presidente estadounidense espera que China "siga aumentando su papel creciente en los asuntos mundiales", por lo que es "extremadamente importante" que Washington y Pekín desarrollen "una sólida relación de trabajo", ha insistido Obama.


"Tenemos ahora la oportunidad de que nuestros países mejoren sus lazos estratégicos, manejen las posibles tensiones de manera constructiva", ha planteado el presidente, para insistir en que su país "da la bienvenida al ascenso pacífico de China".


Una buena relación entre Washington y Pekín, basada en el respeto y el beneficio mutuo, conviene no sólo a los dos países, sino también a la región de Asia-Pacífico y al mundo entero, según el presidente.


Xi y Obama tenían previsto durante su reunión toda la gama de temas más candentes de la relación bilateral, incluido el equilibrio militar en Asia-Pacífico, y cuestiones multilaterales como la situación en Siria -Pekín votó en contra de un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de condena al régimen de Bachar al Asad-, Corea del Norte o Irán.


En el terreno militar, ambos países han tenido roces en los últimos tiempos. Pekín ha visto con escasa simpatía anuncios como el de la rotación de militares estadounidenses en la base australiana de Darwin.


Las dos potencias difieren también sobre el mar de China Meridional, que Washington considera un interés estratégico vital debido a la importancia de sus rutas comerciales y donde seis países, entre ellos China, mantienen disputas territoriales.


Tras las reuniones en la Casa Blanca, Xi almorzaba en el Departamento de Estado con Biden y la secretaria de Estado, Hillary Clinton. El vicepresidente ofrecerá también una cena en su honor en su residencia, en el Observatorio Naval de Washington.


La agenda de Xi en Washington se completará con una visita al Pentágono y una reunión con empresarios estadounidenses, antes de continuar viaje a Iowa -un estado que ya visitó como funcionario provincial en 1985- y California.


La visita del vicepresidente chino ha motivado diversas protestas de las organizaciones pro derechos humanos. Hoy, frente a la Casa Blanca se han concentrado varias manifestaciones para reclamar la libertad en Tíbet, en defensa del grupo religioso Falun Gong y contra el tráfico infantil.