EE. UU.

Obama ofrecerá en la cumbre del cambio climático reducir un 17% las emisiones

La ONU aplaude la decisión del presidente Obama de ir a la cita, de la que espera que salga un acuerdo que sustituya a Kyoto

Cuando más se especulaba sobre una Cumbre Mundial sobre Cambio Climático devaluada sin la presencia de Obama y sin una contundente propuesta norteamericana de reducción de las emisiones de CO2 merced al corsé legislativo impuesto por el Senado de EE. UU., su presidente anunció ayer que sí acudirá finalmente a Copenhague y que su país ofrecerá reducir un 17% las emisiones en 2020.

 

A pesar de que el anuncio del Gobierno estadounidense supone un avance, el compromiso de EE. UU. es relativamente modesto, puesto que utiliza como referencia las emisiones de 2005 y no de 1990, una época en la que estas eran mucho más elevadas. La propuesta de la Unión Europea de reducir sus emisiones en un 20% sí se retrotrae a los gases contabilizados en 1990. Con todo, Obama habla de una disminución progresiva para las próximas décadas: un 30% para 2025 y un 42% en 2030.

 

La posición negociadora de líder norteamericano en estas conversaciones se ha visto obstaculizada por el lento progreso de la ley sobre cambio climático en el Senado. En realidad, fue la Cámara de Representantes quien aprobó la ley que fija el objetivo de una reducción del 17% para 2020 de los niveles de 2005, mientras que la versión a debate en el Senado fija la meta del 20%.

 

La ONU ha dado rápidamente la bienvenida al anuncio de la presencia de Obama en Copenhague. "Es fundamental que el presidente de Estados Unidos asista a la Cumbre", afirmó el jefe de la secretaría de Cambio Climático de la ONU, Yvo de Boer. También urgió a la comunidad internacional a cumplir con el "plan de acción" de Copenhague y sellar un acuerdo sobre reducción de emisiones de dióxido de carbono en una cumbre que marcará un "giro histórico crucial".

 

"Solo hay un Plan A, no hay un Plan B. 'A', de acción", dijo De Boer en una conferencia de prensa celebrada en Bonn (Alemania) en la que presentó las expectativas de la Convención de la ONU sobre el Cambio Climático. De la cita danesa, que se celebra del 7 al 18 de diciembre, debe salir un acuerdo internacional de reducción de emisiones de CO2 que sustituya al Protocolo de Kioto, que expira en 2012. Según el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, los países industrializados deben reducir sus emisiones entre un 25 y un 40% en 2020 con respecto a 1990. En su opinión, es esencial que ese acuerdo no sea una mera "declaración política" sino que fije los objetivos concretos de reducción de los países industrializados, los planes de los países en vías de desarrollo y la financiación que se destinará a la adaptación a la lucha contra el cambio climático.

 

A pesar del escaso margen de negociación de Obama en el Senado, el inquilino de la Casa Blanca ha decidido mojarse y estar presente en la sesión de apertura de la cumbre junto a decenas de jefes de Estado y de Gobierno que ya aceptaron la invitación de Dinamarca. Al día siguiente, -el día 9- Obama se trasladara a Oslo, donde asistirá a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de La Paz que le concedió la Academia Sueca de las Ciencias.

 

El mandatario norteamericano manifestó el martes su confianza en que se alcance un acuerdo significativo en la cumbre gracias a los avances logrando por los grupos de trabajo en los últimos días. El mundo está "un paso más cerca de un resultado exitoso en Copenhague", declaró tras reunirse con el primer ministro de La India, Manmohan Singh, en Washington. Ambos reafirmaron que "un acuerdo en Copenhague debería ser muy extenso y cubrir todos los temas en negociación".