EGIPTO

La Junta Militar escenifica sus contactos políticos para superar crisis

El presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Husein Tantaui, no dio señales de querer abandonar el poder, como le exigen los manifestantes que desde hace más de una semana ocupan Tahrir, pero sí quiso aproximarse a líderes políticos para analizar la situación.

La plaza Tahrir en una imagen de este viernes, a la hora de la oración
Los disturbios se reanudan en El Cairo frente a la sede del Gobierno egipcio
EFE

La Junta Militar de Egipto escenificó sus encuentros con dos de los candidatos presidenciales más respetados en su intento por superar la crisis política que atraviesa el país tras las protestas que por octavo día consecutivo siguen en la plaza Tahrir.


El presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Husein Tantaui, no dio señales de querer abandonar el poder, como le exigen los manifestantes que desde hace más de una semana ocupan Tahrir, pero sí quiso aproximarse a líderes políticos para analizar la situación.


Junto al vicepresidente del Consejo, Sami Anan, Tantaui recibió por separado al exdirector del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y Premio Nobel de la Paz 2005, Mohamed el Baradei, y al exsecretario general de la Liga Árabe Amro Musa.


Tras la reunión, El Baradei negó en un comunicado que se haya alcanzado ningún acuerdo por el momento y añadió que prosigue sus contactos "con todas las partes implicadas en reactivar las revolución".


Su nombre circulaba entre los jóvenes de Tahrir como uno de los líderes de un posible gobierno de salvación nacional que releve en el poder a los militares, máxima autoridad desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak en febrero pasado.


El Baradei, sin embargo, se limitó ayer a aparecer en la plaza para ver "in situ" el pulso de la protesta sin dar más declaraciones a pesar de la expectación que levantó entre los manifestantes.


La Junta Militar también contactó con Amro Musa, que respaldó la decisión de Tantaui de mantener los comicios legislativos que comenzarán pasado mañana y acabarán a mediados del próximo marzo.


En ese sentido, Musa consideró que la democracia corre peligro en Egipto si el periodo de transición se alarga y pidió que el nuevo Gobierno de Kamal Ganzuri supervise los comicios y preserve la seguridad.


A diferencia de El Baradei, Musa no figura en esa supuesta lista de "elegidos por la plaza", entre los que estarían el independiente Hosam Eisa; el líder del Partido Karama (de izquierdas), Hamdin Sababhi, y el islamista y exmiembro de los Hermanos Musulmanes Abdelmoneim Abul Futuh.


Este último, en entrevista a Efe, achacó las últimas protestas a la "lentitud del cambio democrático" y aseguró que el inicio de las elecciones sacarán a Egipto de la crisis.


Similar postura mostraron los conservadores Hermanos Musulmanes, que a través de su brazo político, el Partido Libertad y Justicia, instaron a todos los egipcios a votar como un "primer paso para lograr la soberanía del pueblo y preservar la marcha de la democracia".


Sin embargo, en Tahrir hay quien no quiere oír hablar de comicios mientras la Junta Militar siga al mando, sobre todo después de la muerte de al menos 42 personas en choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes.


Por eso, varios grupos convocaron para mañana domingo la llamada protesta de "La legitimidad revolucionaria", en la que reivindicarán el traspaso de poder a una autoridad civil y rechazarán de paso a Ganzuri, a quien consideran un títere de los militares.


Precisamente hoy, un joven murió atropellado por un camión de la policía mientras participaba en una concentración contra el nombramiento del nuevo primer ministro frente al Consejo de Ministros en El Cairo.


Salvo este incidente, continuó el ambiente tranquilo en la plaza Tahrir, que vivió la resaca de la multitudinaria manifestación de ayer con mucha menor afluencia de personas en comparación a otros días.


No obstante, los revolucionarios no tienen intención de abandonar la plaza.


Angie Hamdi, portavoz del movimiento 6 de Abril, uno de los instigadores de la Revolución del 25 de Enero, reiteró a Efe en que la solución pasa por dotar de las máximas prerrogativas a un gobierno civil que concite unidad.


"La Junta Militar ya no tiene legitimidad", apuntó la activista.