El hallazgo de 26 cadáveres en la ciudad de Guadalajara un día después del asesinato de otras 24 personas en Sonora pone de relieve el recrudecimiento de la violencia en México y que la seguridad será un asunto capital de las próximas campañas electorales.

Los cuerpos fueron encontrados en la madrugada del jueves en dos camionetas y un automóvil abandonados en el cruce de dos de las avenidas más transitadas de la zona metropolitana de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, donde nunca había ocurrido un hecho de violencia de semejante gravedad.

El gobernador de Jalisco, Emilio González, expresó su "consternación e indignación" y convocó a una reunión urgente con el gabinete de seguridad de ese estado del oeste de México ribereño del Pacífico.

Según las primeras informaciones de la fiscalía, todos los cuerpos, tiroteados, son de varones, estaban atados y amordazados, y junto a ellos fue dejada una cartulina con un mensaje reivindicatorio cuyo contenido no fue revelado.

El lugar donde estaban aparcados los vehículo está cerca del centro de exposiciones donde el próximo sábado 26 se inaugurará la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la mayor cita de las letras en lengua castellana.

En la zona hay cámaras de vigilancia del ayuntamiento de Guadalajara, por lo que los investigadores suponen que podría haber imágenes de los sospechosos de la matanza o, al menos, de quienes los dejaron en la calle.

Guadalajara acaba de albergar los XVI Juegos Panamericanos, del 14 al 30 de octubre, y el domingo pasado finalizaron en esa urbe los Juegos Parapanamericanos, durante los cuales no se registraron hechos violentos de consideración.

Según dijo el fiscal de Jalisco, Tomás Coronado, esta matanza podría estar relacionada con el ataque al director operativo de la policía de Guadalajara, Marco Antonio Castañeda Águila, perpetrado la semana pasada por un grupo de hombres, uno de los cuales murió y otros tres fueron detenidos.

Castañeda explicó que la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal) asumió la investigación del caso y aseguró que "todo apunta a que se trata de problemas entre grupos del crimen organizado".

Hasta hace unos días 11.000 agentes de la Policía Federal, estatal y municipal, así como soldados del Ejército mexicano, permanecían desplegados en Guadalajara con motivo de los Panamericanos y de los Parapanamericanos.

Coronado no descartó que los grupos del crimen organizado hayan aprovechado el retiro del fuerte dispositivo de seguridad para "intensificar la violencia" en la ciudad.

Esa opinión es compartida por el secretario de Seguridad Pública de Jalisco, Luis Carlos Nájera, para quien ante el regreso de los miles de agentes a sus labores cotidianas, los delincuentes vieron más fácil llevar a cabo esta nueva matanza.

En Jalisco opera sobre todo el cártel de las drogas de Sinaloa, a través del cártel Jalisco Nueva Generación, una organización aliada.

Por su parte, los alcaldes de la los cuatro municipios que conforman la zona metropolitana de Guadalajara pidieron al gobierno de Jalisco que replantee la estrategia de seguridad.

La nueva matanza ocurre apenas un día después de que otras 24 personas murieran asesinadas en el noroccidental estado de Sinaloa. Diecisiete de estas víctimas de la criminalidad aparecieron calcinadas.

Este recrudecimiento de la violencia se produce mientras los principales partidos, con excepción del oficialista Acción Nacional (PAN), ya perfilan sus candidaturas y programas para los comicios presidenciales que se celebrarán el 1 de julio de 2012.

Si bien la campaña comienza oficialmente el 30 de marzo, la izquierda mexicana ya eligió a Andrés Manuel López Obrador como su candidato y en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), la primera fuerza de la oposición, se perfila únicamente la candidatura de Enrique Peña Nieto.

La seguridad y el replanteamiento de la estrategia del Gobierno de Felipe Calderón contra el crimen organizado son dos de las principales preocupaciones de la sociedad mexicana y serán un asunto capital de campaña.

Seis de cada diez mexicanos piensa que el Gobierno está perdiendo el combate al crimen organizado frente a dos que opinan lo opuesto, según una encuesta divulgada ayer por la consultora Mitofsky y la organización México Unido contra la Delincuencia.