CAMBIOS EN EL GOBIERNO CUBANO

Fidel Castro dice adiós al poder

"Les comunico que no aspiraré ni aceptaré- repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe", dijo Castro en un mensaje que publica El diario oficial "Gramma.

Fidel Castro ha renunciado a la Presidencia de Cuba, según anunció él mismo en un mensaje publicado en el diario 'Granma', por considerar que "ha llegado el momento de postular y elegir al Consejo de Estado, su presidente, vicepresidentes y secretario".


"A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución, les comunico que no aspiraré ni aceptaré, no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe", declaró Castro en un "mensaje del comandante en jefe".


"Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo", afirmó, refiriéndose a sus problemas de salud. "Conociendo mi estado crítico de salud, muchos en el exterior pensaban que la renuncia provisional al cargo de presidente del Consejo de Estado el 31 de julio de 2006, que dejé en manos del primer vicepresidente, Raúl Castro Ruz, era definitiva", prosiguió.


"El propio Raúl, quien adicionalmente ocupa el cargo de ministro de las F.A.R. por méritos personales, y los demás compañeros de la dirección del Partido y el Estado, fueron renuentes a considerarme apartado de mis cargos a pesar de mi estado precario de salud", afirmó.


"Más adelante pude alcanzar de nuevo el dominio total de mi mente, la posibilidad de leer y meditar mucho, obligado por el reposo", aseguró el líder cubano. "Me acompañaban las fuerzas físicas suficientes para escribir largas horas, las que compartía con la rehabilitación y los programas pertinentes de recuperación", continuó el mandatario.


"Un elemental sentido común me indicaba que esa actividad estaba a mi alcance. Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla", explicó el comandante en jefe cubano.


"Prepararlo para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación 'no exenta de riesgos'", confesó en su mensaje. "Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer", manifestó.


En su mensaje, Castro aseguró que ha desempeñado "el honroso cargo de presidente a lo largo de muchos años". "El 15 de febrero de 1976 se aprobó la Constitución Socialista por voto libre, directo y secreto de más del 95 por ciento de los ciudadanos con derecho a votar", explicó.


"La primera Asamblea Nacional se constituyó el 2 de diciembre de ese año y eligió el Consejo de Estado y su Presidencia. Antes había ejercido el cargo de primer ministro durante casi 18 años. Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo", recordó el presidente cubano.


Según Castro, "afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución". "Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país", prosiguió. "Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo. Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución", agregó.


"El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo", manifestó.


"No me despido de ustedes. Deseo sólo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título 'Reflexiones del compañero Fidel'. Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso", concluyó el mensaje.