Los mercados ganan

Berlusconi se marcha castigado por una subida insostenible por encima de los 500 puntos de la prima de riesgo.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha presentado este sábado su dimisión al frente del Gobierno italiano, un cargo que ha ostentado en tres ocasiones desde su primera llegada al poder en 1994. Lo hace tras una de las semanas más convulsas que se recuerdan en la economía italiana, castigado por una subida insostenible por encima de los 500 puntos de la prima de riesgo en su deuda después de que 'Il Cavaliere' perdiera la confianza de la Cámara de los Diputados, la misma que aprobado las medidas de austeridad dictadas por la Unión Europea.


Tras una reunión de despedida con su Gabinete, Berlusconi se dirigió al Palacio del Quirinale en torno a las 20.30 para entregar su dimisión al presidente Giorgio Napolitano, como paso previo a la configuración de un Gobierno de tecnócratas dirigido con toda probabilidad por el excomisario europeo Mario Monti, y que aplicará las medidas aprobadas, entre ellas un aumento del IVA en un punto porcentual --del 20 al 21%--, el retraso de la edad de jubilación y recortes laborales masivos.


Berlusconi, de 75 años de edad y dueño de un imperio económico que le ha convertido en uno de los hombres más ricos del mundo, dimite tras agotar sus opciones y abandonado por algunos de sus más estrechos aliados. Deja un país con una deuda pública que supera los 1,9 billones de euros. Pero también ha conseguido convertirse en el primer ministro italiano mas longevo desde la II Guerra Mundial, y un dirigente admirado por compañeros como el primer ministro ruso, Vladimir Putin, que le calificó como "uno de los últimos mohicanos de la política europea, y garante "de estabilidad política en Italia".


El populismo que le ha caracterizado y la devoción de las bases de su partido le han mantenido en el poder ante escándalos sexuales y financieros prácticamente inauditos para un dirigente de un país europeo, pero con su dimisión Berlusconi se enfrentará sin ningún tipo de inmunidad a los procesos judiciales que tiene pendientes, entre ellos uno relacionado con prostitución y otro de abuso de poder.


La crisis ha acabado con Berlusconi, un político que ha puesto a prueba el grado de indulgencia política de los italianos. "Al menos hasta que nos tocan las cuentas corrientes", afirma el economista Massimo Franco al 'Washington Post'. "Por desgracia para Berlusconi", lamenta, "me temo que se le recordará por prostitutas y dinero. Y por prometer el sueño de una Italia mejor, que nunca se hizo realidad".


"Me duele profundamente"


Decenas de miles de personas se han ido congregando a lo largo de la tarde en torno al Palacio de la Presidencia de la República, el Quirinale y la sede del Ejecutivo, el Palacio Chigi, esperando la dimisión de Berlusconi.


Entre la multitud se encontraban numerosos opositores que han gritado "`Dimisión, dimisión!" al primer ministro delante de la sede del Ejecutivo, donde el 'Cavaliere' se ha reunido con su gabinete y con sus socios de la Liga Norte.


Al término de la reunión, y en lo que eran sus últimas declaraciones como primer ministro, Berlusconi no pudo ocultar su tristeza por la forma en la que abandona el poder. "Es algo que me ha dolido profundamente", declaró, no sin antes haber prometido a sus aliados que "nos podremos quitar la espina cuando queramos".


Poco después, Berlusconi hacía acto de presencia en la atestada plaza que daba entrada al Qurinale, donde miles de personas fueron testigos de los últimos minutos de 'Il Cavaliere' como jefe de Gobierno. Algunos de los presentes cantaban el 'Aleluya' de Haendel, como expresión de alivio ante su partida.


El poder de los mercados


"Está claro que los mercados han triunfado donde ni el electorado, ni los medios, ni la oposición ni los intelectuales han podido", escribía el novelista y reportero Roberto Saviano para el diario 'The Guardian', quien no deja de considerar "irónico" que haya sido la economía quien haya conseguido derribar finalmente a un hombre "que siempre se ha considerado un campeón de los números. Derrotado, según el escritor de 'Gomorra', "en el único terreno que consideraba su elemento: el mercado".


Saviano acusó a Berlusconi de gobernar en su propio beneficio. "No ha aprobado ni una sola ley para Italia. Solo para él", acusa el escritor, quien define la estancia en el poder de 'Il Cavaliere' como un ejemplo de "inmovilismo" político. "No ha hecho nada por el bien del país en 20 años. Ni una sola de las reformas que ha prometido desde 1994 ha sido aplicada".


Voces como las de su amigo Giuliano Ferrara, editor de 'Il Foglio', le reconocen errores. "Por supuesto que los ha cometido. Un millón de errores, dos millones, quién sabe cuántos. Ahora ya no será primer ministro. Está pagando un precio. E Italia, también".