COLOMBIA

Cano deja unas FARC debilitadas, dispersas y con delatores en sus filas

Foto de archivo del líder de las FARC, Alfonso Cano
Muere Alfonso Cano, el máximo jefe de las FARC
EFE

La muerte de Alfonso Cano, alias del máximo cabecilla de las FARC, deja a esta guerrilla debilitada, con pequeñas unidades dispersas e incluso con delatores en sus filas, afirmaron tanto el Gobierno colombiano como los combatientes de la llamada operación Odiseo.


El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, confirmó desde la guarnición militar de la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca (suroeste), que "gente dentro de las FARC" ayudó a localizar el viernes a Guillermo León Sáenz, alias Alfonso Cano.


El mandatario, que calificó el operativo militar de "impecable", reconoció que cuando supo de la muerte del último ideólogo de las FARC, derramó "una que otra lágrima", y recordó que éste ha sido "el golpe más importante contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)".


"Muchos analistas han dicho que si se le daba de baja a 'Alfonso Cano', este era irremplazable. Por eso la importancia del golpe", apostilló el mandatario.


"Ellos están débiles", dijo por su lado, el capitán Óscar Gómez, comandante de una compañía de Aviación de asalto aéreo, y prueba de ello fue la situación en que su unidad encontró a Sáenz, que tenía 63 años en el momento de su muerte, y, según el oficial, mostraba evidencias de vivir "en condiciones infrahumanas".


Para Gómez, otra seña del declive de la guerrilla más antigua de América Latina es que se mueven en pequeñas células, no tanto por esparcir su presencia como por su cada vez más escaso número de integrantes, opinó, y además usan un armamento que calificó de "obsoleto y retrógrado".


En este sentido, el mayor de Aviación Raúl Rodríguez determinó en declaraciones a periodistas que las FARC están luchando con fusiles, "pero no tienen mucho armamento" sofisticado ni las estrategias militares son tan agudas como las de antaño.


Sin embargo, fuentes de la Brigada de Fuerzas Especiales del Ejército confirmaron a Efe que las operaciones militares continúan en el área, siguiendo las recomendaciones de Santos, que hoy también llamó a evitar caer en triunfalismos.


Fiel a esa recomendación, el ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, consideró que "se tiene que seguir trabajando intensamente, con mucha decisión, con contundencia y análisis y procesos de renovación permanentes".


Pero más allá de que la ofensiva militar siga su curso, Pinzón se mostró ilusionado por la posibilidad de que las FARC, que por el momento no han presentado ningún sustituto de "Alfonso Cano", tomen una "decisión masiva" y se desmovilicen".


"Ojalá eso sea lo que venga", admitió el ministro a los periodistas.


El jefe de Estado de Colombia dijo también en su discurso que este "es el momento de desmovilizarse", porque, de lo contrario, a los integrantes de las FARC "les espera una tumba".


Y por otro lado anunció que se redoblarán los esfuerzos en el Cauca, bastión de las FARC en los últimos diez años y en donde se presume que "Cano" pasó tres años al frente de la guerrilla.


El gobernador de este departamento, Guillermo Alberto González, celebró este refuerzo de la seguridad y también la muerte de "Cano". "Esto le da un respiro al departamento y prueba (...) que el objetivo militar de las FARC sí era el Cauca", sostuvo.


Pero el fin y la debilidad de las FARC no es tan evidente para todos, pues la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), con sede en Estocolmo y afín a la organización rebelde, divulgó hoy una nota en la que sostiene que la lucha armada se mantendrá en Colombia pese a la muerte de "Alfonso Cano".


"No es matando insurgentes como se acaba la rebeldía de un pueblo que clama justicia social", indica ese comunicado tras admitir que la dinámica de la guerra es de golpes militares de ambos lados y que la muerte es inherente a un conflicto sangriento.


El cuerpo de Alfonso Cano, comentaron fuentes de la policía judicial de la Fiscalía, presentaba anoche, cuando lo recogieron para identificarlo, un número indeterminado de impactos de bala.


Vestía un pantalón deportivo negro, camiseta gris y botas de goma; y como parte del mecanismo de camuflaje, en lugar de lucir su característica barba poblada, se había afeitado y llevaba unas gafas metálicas en vez de sus típicos anteojos redondos.


El cuerpo del ya exlíder guerrillero, que ha reclamado su familia para darle sepultura, se encuentra en la morgue de Popayán, y está previsto que sea entregado a la Fiscalía colombiana en Bogotá durante las próximas horas.