La ciudad de Amsterdam quiere reducir considerablemente la prostitución y el comercio de drogas del centro histórico, de modo que en las pintorescas casas del corazón de la ciudad sólo haya en los próximos años negocios y restaurantes caros, dijo el alcalde Rob Cohen al informar sobre sus planes. Cohen y su administración esperan de esta forma disminuir los índices de criminalidad en el famoso Barrio Rojo. "La imagen romántica de los diques ya no es real", afirmó el alcalde. .

La atmósfera entre los viejos canales ya no sólo está definida por los negocios de artículos baratos y locales de comidas rápidas, sino también por burdeles y "cofeeshops", en los que se puede comprar y fumar hachís. Las investigaciones de la ciudad y de las autoridades judiciales demostraron que la prostitución suele estar asociada con la violencia y el tráfico de personas. Además, en el barrio florece el lavado de dinero. .

La idea es romper con esta infraestructira "que promueve el crimen" con inversiones de la ciudad y la economía privada. "Queremos recuperar el corazón de la ciudad", afirmó el responsable de Economía de Amsterdam, Lodewijk Ascher. .

Cohen destacó que la oferta de sexo detrás de escaparates, típica en Amsterdam, no tiene por qué desaparecer completamente. "Pero queremos reducir considerablemente el número de burdeles, cofeeshops y locales de comidas", indicó. En su lugar, en los próximos diez años debe haber casas de moda y restaurantes. La ciudad ya dio un primer paso y hace poco compró al dueño de un burdel el establecimiento.