Dublín presiona a May para que acepte el acuerdo sobre la frontera norirlandesa

El Ejecutivo de Dublín está dispuesto a considerar propuestas alternativas sobre la frontera.

La primera ministra británica, Theresa May.
La primera ministra británica, Theresa May
Reuters/Neil Hall

El Gobierno irlandés advirtió hoy de que no aceptará un acuerdo sobre la frontera norirlandesa que altere los "principios básicos" del que rechazó este lunes la primera ministra británica, la conservadora Theresa May.

El viceprimer ministro irlandés y titular de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, lanzó ese mensaje cuando Londres y Bruselas se preparan para retomar los contactos para tratar de cerrar la primera fase de conversaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, en la que se aborda esa cuestión junto a la de los derechos de los ciudadanos y la factura del "brexit".

Según Coveney, el Ejecutivo de Dublín está dispuesto a considerar, si llegan, propuestas alternativas sobre la frontera o a aceptar la inclusión de aclaraciones en la que ya estuvo sobre la mesa el lunes, que fue rechaza por May ante la presión del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP).

Los unionistas, socios del Gobierno británico, vetaron un texto que propone que Irlanda del Norte no tenga "divergencias reguladoras" respecto a la República de Irlanda, lo que, en teoría, mantendría a la región dentro del mercado único y la unión aduanera, aunque el resto del Reino Unido abandone esos espacios económicos.

"Estamos en un momento en el que aún tenemos que encontrar una solución, pero quiero dejar claro que los principios básicos que acordó Irlanda a principios de esta semana no se cambiarán", declaró Coveney ante el Parlamento de Dublín.

Después de dar marcha atrás, May está obligada a presentar mañana viernes una oferta que satisfaga a todas las partes para mantener la frontera norirlandesa tan abierta como sea posible, clave para las dos economías de la isla y su proceso de paz.

"Reconocemos que el Gobierno británico está intentando de buena fe que avance este diálogo. Queremos trabajar con ellos, no contra ellos", dijo Coveney para rebajar las tensiones que han surgido entre ambos países a raíz del "brexit".

El primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar, también ha hecho referencia al deterioro de las relaciones con Londres, pero ha insistido en que debe defender los intereses de su país y evitar que este divorcio provoque el restablecimiento de una barrera estricta en la isla.

Los Veintisiete confían en solucionar esta y las otras cuestiones tratadas en esta primera fase para dar paso en la cumbre comunitaria del próximo 14 de diciembre a la siguiente ronda, cuando abordarán la relación comercial con el Reino Unido tras el "brexit".

En este sentido, Varadkar ha advertido de que eso no sucederá a menos de que su Gobierno reciba todas las garantías de que la frontera norirlandesa seguirá siendo invisible, aunque esto signifique que el comienzo de la segunda fase se retrase hasta principios de 2018.

Por su parte, la líder del DUP, Arlene Foster, ha recalcado que su partido, probritánico y partidario del "brexit", ha dejado "bien claro" a May en conversaciones previas que no aceptará que la región tenga un régimen diferenciado del resto del país.

Foster también ha acusado a Dublín de haber impedido que su partido viera el controvertido texto antes de que se pusiera sobre la mesa el lunes en Bruselas y de retrasar el avance de las conversaciones a la siguiente etapa.

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