El hijo de Trump mantuvo comunicaciones con WikiLeaks durante la campaña de su padre

El fiscal General pide una investigación sobre posibles irregularidades en la Fundación Clinton.

Trump Jr.
Un hijo de Trump y Wikileaks intercambiaron mensajes durante la campaña
Eduardo Muñoz Álvarez

Donald Trump Jr, primogénito del presidente estadounidense, estuvo en comunicación directa con el portal WikiLeaks durante la campaña presidencial de 2016 y que concluyó con la victoria del magnate y la llegada a la Casa Blanca de la familia Trump.

El hijo del millonario neoyorquino intercambió mensajes con el portal de noticias en la red Twitter, entre el 20 de septiembre y el 12 de octubre de 2016, según revela una nueva filtración de la correspondencia privada desde el interior de círculo de Trump y que recoge el diario británico 'The Guardian'.

Los sucesivos contactos entre las partes se produjeron en un momento delicado dentro de un contexto de campaña electoral y cobran especial relevancia tras la supuesta injerencia de Rusia en las elecciones y la presunta colusión con los asesores principales del presidente.

"Hola Donald, me alegro de verte a ti y a tu padre hablando de nuestras publicaciones", le dijo @WikiLeakes al vástago del mandatario el 12 de octubre de 2016, dos días después de que éste proclamara en un acto electoral: "¡Me encanta WikiLeaks!". El presidente mantenía su entusiasmo con el portal de noticias porque desde él se ofrecía una herramienta de búsqueda sobre los correos electrónicos del responsable de campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton, John Podesta.

En este sentido, el mensaje sugería "encarecidamente que tu padre tuitee este enlace si nos menciona. Hay muchas historias geniales que la prensa ha perdido y estamos seguros de que algunos de sus seguidores lo encontrarán", añadía WikiLeaks.

Los mensajes fueron entregados a los investigadores del Congreso por los abogados de Trump Jr y posteriormente obtenidos por la revista 'Atlantic'.

'The Guardian' destaca que la autora del artículo de la revista, Julia Jofres, escribe que Trump Jr no respondió al mensaje. No obstante, dos días más tarde, el 14 de octubre, el entonces aspirante republicano publicaba un 'tuit' animando a "aquellos que tienen el tiempo para leer sobre toda la corrupción y la hipocresía" que 'pincharan' un enlace de WikiLeaks que él adjuntaba.

El flujo de información ha continuado hasta finales de julio del presente año, aunque después del 12 de octubre el joven Trump no respondió a la cuenta WikiLeaks. De hecho, el 21 de octubre, el portal contactó con Trump Jr pidiendo permiso para publicar las declaraciones de impuestos de su padre, sugiriendo que la medida sería positiva, ya que socavaría las sugerencias de que la organización, bajo el mando de Julian Assange, se encontraba dentro del marco de influencia de Rusia.

"Si publicamos (las declaraciones de impuestos) mejorará drásticamente la percepción de nuestra imparcialidad", escribía entonces WikiLeaks. "Eso significa que la gran cantidad de material que estamos publicando sobre Clinton tendrá un impacto mucho mayor porque no se percibirá como procedente de una fuente 'pro-Trump' 'pro-Rusia'".

Más tarde, ya en el mes de diciembre y después de que Donald Trump ya fuera presidente electo, WikiLeaks volvió a contactar para pedir apoyo en las campañas legales que enfrenta su fundador contra los gobiernos de Suecia, Australia y Reino Unido con el objeto de "enviar las señales correctas" (para que los antes citados) comenzaran "a seguir la ley y dejar de inclinarse para congraciarse con los Clinton".

El hijo del magnate no respondió entonces. Al menos no a través de los mensajes privados de Twitter. No obstante, Según la revista 'Atlantic', el hijo mayor del presidente compartió con varios miembros del gabinete de Trump, como el exasesor Steve Bannon, y con su cuñado, Jared Kushner, que había intercambiado mensajes con WikiLeaks.

Al parecer, el fundador del portal de noticia, Julian Assange, ha sugerido a 'The Guardian' que la revista 'Atlantic' había editado los mensajes de manera selectiva.

Desde el equipo jurídico del entorno del hijo del presidente han manifestado su tranquilidad. "Podemos decir con confianza que no tenemos preocupaciones sobre estos documentos y cualquier pregunta que suja sobre ellos se ha respondido fácilmente en el foro apropiado", ha dicho uno de los abogados de Trump Jr.

No es la primera ocasión en la que Trump Jr se ve implicado en asuntos controvertidos. De hecho, se vio obligado a reconocer, después de varias versiones contradictorias, que mantuvo reuniones con una abogada afín a Moscú con objeto de obtener informaciones delicadas que afectaban a la rival en la contienda electoral de su padre, Hillary Clinton.

Aunque entonces negó que el magnate supiera nada del encuentro, e incluso que llegaran a facilitarle información comprometida sobre la demócrata, lo cierto es que el asunto acrecentó las sospechas de que el equipo de Trump sí tuvo conocimiento, e incluso consentimiento, de las acciones orquestadas desde el Kremlin para influir en las elecciones estadounidenses. LA FUNDACIÓN CLINTON

Por otro lado, y en la guerra mediática y hasta judicial que mantienen el presidente Trump y la excandidata Hillary Clinton, se abre otro capítulo más cuando el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha solicitado al Departamento de Justicia que designe a un fiscal especial para investigar posibles irregularidades en la Fundación Clinton, así como en el marco del acuerdo de uranio durante la Administración del expresidente Barack Obama.

El Departamento de Justicia, por su parte, ha indicado el lunes en una carta dirigida al Congreso que varios altos cargos de la Fiscalía se encuentran en este momento estudiando la posibilidad de fijar a un fiscal especial para abrir una pesquisa al respecto.

Los fiscales en cuestión examinarán los informes sobre posible mala praxis por parte de la Fundación Clinton y de la Administración Obama a la hora de llevar a cabo el acuerdo nuclear en 2010, cuando Clinton se encontraba al frente del Departamento de Estado, según ha informado el diario local 'The New York Times'.

"Estos fiscales enviarán la información directamente al fiscal general y, si lo consideran apropiado, realizarán recomendaciones para abrir pesquisas sobre otros asuntos o fijar un fiscal especial", ha aseverado Stephen E. Boyd, asistente de Sessions.

La decisión ha tenido lugar tan sólo diez días después de que el presidente del país, Donald Trump, expresara su frustración con el departamento por no investigar a la excandidata demócrata, así como a otros miembros del partido.

La decisión de examinar estas cuestiones ha levantado la duda sobre la posibilidad de que Trump esté utilizando el Departamento de Justicia para investigar a sus rivales políticos y desviar la atención de la pesquisa sobre una posible injerencia rusa en su campaña electoral.

"Realmente no estoy involucrado con el Departamento de Justicia", afirmó Trump, que destacó que le gustaría "dejarlo trabajar por sí mismo". "Honestamente, deberían mirar a los demócratas", aseveró, antes de añadir que "mucha gente se siente decepcionada con el Departamento", incluida él.

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