La odisea de comer en Cuba en época de huracanes

El paso de 'Irma' por la isla destrozó granjas y cosechas, y deja ahora a los cubanos sin productos básicos.

La odisea de comer en Cuba en época de huracanes
La odisea de comer en Cuba en época de huracanes

Desde que el huracán 'Irma' asoló gran parte de Cuba hace un mes, comer en la isla es un todo un reto. Los cubanos se las ven y se las desean para llenar la mesa a diario. De los habituales cinco platos -arroz, frijoles, carne, ensalada y vianda- solo se pueden comprar sin problemas los tres primeros. Verdura, tubérculos y plátanos han pasado directamente a la lista de productos desaparecidos o, peor todavía, a la de los carísimos. La libreta de racionamiento garantiza a los cubanos unos mínimos, incluso de huevos, un producto casi vedado para la comunidad de expatriados. «¿Alguien los ha visto?» es una pregunta recurrente en los chat telefónicos de muchos extranjeros.

Silvia Elena, una empleada autónoma, admite que «ahora es casi imposible comer ensaladas, hortalizas o viandas (malanga, patata, boniatos o yuca). No hay y si se encuentran son carísimos, así que no puedo ponerlos. Lo que no falla, porque así lo garantiza la libreta, es el arroz y el frijol». La mujer explica que «como proteína tenemos el pollo. Por la libreta dan una libra por persona (459 gramos) al mes. También dan pescado -y si no lo hay ofrecen más pollo- y huevos, cinco por persona a razón de 0,15 pesos cubanos o CUP (unos 0,042 centavos de euro). Como con eso no llega para el mes tenemos que comprar en las tiendas en divisa y últimamente, como hay poco, las colas son enormes». Los huevos constituyen una parte fundamental de la dieta del cubano al ser fáciles de encontrar y económicos. Un cartón de 30 unidades costaba 33 CUP, al cambio, 1,20 euros. «Si un día no hay otra proteína con los huevos resolvíamos la comida porque la carne de cerdo es mucho más cara. ¿Quién puede pagar la libra de carne magra como mínimo a 40 la libra?», se resigna Silvia.

Pero el azote de 'Irma' no respetó campos ni granjas avícolas. La fuerza del viento destrozó más de 600 instalaciones y mató a más de 10.000 gallinas ponedoras. La consecuencia inmediata es la escasez de ese alimento esencial en las mesas isleñas. El Ministerio de Comercio Interior ordenó la racionalización de los huevos en la capital cubana y en los municipios más afectados por el paso del temporal. Se suspendió la venta 'liberada' (no racionada) de huevos, pero se permite la venta de cinco adicionales por persona al precio de 1,10 (0,040 centavos de euro).

Los cubanos intentan reservarlos para emergencias. Pero quienes peor llevan el vacío en la huevera son los extranjeros. Sin acceso al deseado producto algunos pagan hasta los ocho euros por un cartón. Se venden a escondidas y quienes los ofrecen se están arriesgando a severas multas y también a ir a la cárcel. Otros, entre los que se incluye esta corresponsal, nos dejamos llevar por la inspiración para recurrir, como dicen los cubanos, al 'invento'. Que no hay patatas para hacer ensaladilla o tortilla, pues se hace con malanga. Sería interesante ver qué sale de un 'Master Chef' con productos locales cubanos, sin recurrir al mercado negro ni a importar los productos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión