«Parisino, vuelve a casa»

Una campaña protesta en Burdeos contra la 'invasión' provocada por la conexión ferroviaria más veloz con París.

La Torre Eiffel de París.
La Torre Eiffel de París.
EFE

Es una nueva versión de la batalla ancestral de los girondinos contra los jacobinos. «Parisino, vuelve a casa». Pegatinas con ese lema proliferan en Burdeos. Un dibujo del tren de alta velocidad sugiere el motivo de la 'parisinofobia'. Desde julio el AVE francés ha puesto la capital de Aquitania a dos horas de París, una hora menos que antes. La llegada masiva de parisienses sería la causa de todos los males: mayor carestía de la vida, escalada del precio de las viviendas, aumento de la población, embotellamientos monstruosos. De París al infierno.

La conexión ferroviaria entre París y Burdeos ha experimentado una subida del 25% en el número de pasajeros. El incremento ha superado todas las previsiones. Las autoridades locales apuestan por la creación de 100.000 nuevos empleos en el horizonte de 2030 en la metrópoli bordelesa, que cuenta con 760.000 habitantes. Desarrollo y prosperidad a todo tren. Pero una parte de la población se siente invadida por los odiados parisinos, esos tipos repelentes, altaneros y engreídos que se pasean como Pierre por su casa en sus despreciadas provincias.

La resistencia al invasor se ha fraguado en torno al Frente de Liberación Bordelucho ante el Parisianismo, el FLBP. El humor, la ironía y el sarcasmo son sus armas cuando recuerdan que en Burdeos llueve más que en París, los impuestos son más altos y cuesta horas de atasco llegar a las playas a pesar de estar al lado. «No recurrimos a la 'parisinofobia', nunca ha sido el caso. Constatamos la emergencia de una nueva población que consume y perturba fundamentalmente la existencia de los bordeleses», pregonan a los 6.000 seguidores de su página en Facebook.

Los parisienses representan el 70% de los 50.000 nuevos habitantes desde 1996 de Burdeos, que hoy tiene 250.000 almas. Es la ciudad francesa donde más ha subido el metro cuadrado, el 15% en un año. Los sindicatos estudiantiles han lanzado un llamamiento para ayudar al cerca del millar de universitarios sin alojamiento desde el inicio del curso. Detrás de Marsella y París, es la urbe con mayor congestión del tráfico. Por su circunvalación circulan a diario 140.000 vehículos, incluidos 20.000 camiones.

El alcalde, Alain Juppé, ha denunciado la campaña xenófoba a la fiscalía. «Los ataques anti nuevos llegados son una vergüenza», protesta. «Nuestra villa es acogedora y lo seguirá siendo», proclama. Sus colegas de Agen y Toulouse echan la caña en el río revuelto. «Parisino, vete hasta Agen. Somos simpáticos», ha tuiteado su primer edil. En Toulouse se movilizan para que el AVE les ponga en 2024 a tres horas de la capital, «incluso si vienen los parisinos».

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