Donald Trump se rebaja los impuestos en su propuesta de reforma fiscal

Asegura que su plan "beneficia a la clase trabajadora" pero la oposición cree que a quien alivia es "a los socios de su club de lujo".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump
AFP Photo

Entre las grandes promesas electorales de Donald Trump destaca la de aliviar la presión impositiva a los ciudadanos, pero a juzgar por el plan que presentó ayer, los únicos que tienen garantizado el alivio son "los socios de su club de lujo Mar-a-Lago", le acusó el senador demócrata Ron Wyden.

Trump sostiene que su plan favorecerá "a la clase trabajadora" porque aumenta las deducciones por hijos, dobla las llamadas deducciones estándares y promete crear empleo al reducir el impuesto de sociedades, pero los demócratas advierten que "lo que te da con una mano te lo quita con la otra". Muchas otras exenciones que favorecen a la clase media quedan eliminadas. Y si aduce que apretará las clavijas a las empresas reduciendo lo que pueden deducirse por sus deudas, también aumenta las deducciones por la compra de nuevos equipos que podrán deducirse durante cinco años.

El plan sostiene que las familias que ganen más de 100.000 dólares (85.000 euros) anuales ahorrarán mil dólares. Por el contrario, las cuentas del senador Charles Schumer, líder de los demócratas en el Senado, reflejan que una familia con dos hijos que gane 45.000 dólares (38.000 euros) pagará mil dólares más.

Lo cierto es que, sin entrar en la ingeniería contable, el plan del presidente rebaja los impuestos a los más ricos del 39,6% al 35% y sube el de los más pobres del 10% al 12%. Los siete tramos fiscales quedan reducidos a tres, lo que disminuye la progresividad fiscal que promete repartir con justicia las obligaciones de acuerdo con los ingresos. Los de la clase media quedan en el 25%, mientras que los impuestos sobre capital quedan intactos.

El propio presidente se beneficiará de la rebaja de los impuestos empresariales, que caen del 35% al 20%. Trump pedía que quedaran en el 15%, algo tan escandaloso que ni su partido podía aceptarlo. Tras meses de negociaciones ha aceptado un 20%, "que el número al que quería llegar", confesó ayer, "así de ahí no voy a negociar más". También le ahorrará a sus hijos pagar impuestos sobre su herencia, al eliminar ese gravamen.

Y pese a todo, aumentará el déficit. El senador de su partido Bob Corker le ha advertido: "Si pensabas que la reforma sanitaria era complicada, espera a ver esto".

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