Bruselas convoca a los países para "extraer lecciones" del caso del fipronil

De momento se ha detectado la presencia de este insecticida en granjas de Holanda, Bélgica, Alemania y Francia.

Es el primer caso que se da en Europa del Este
Corea del Sur consumirá huevos españoles.

La Comisión Europea (CE) convocó este viernes a los países afectados por el escándalo del fipronil a una reunión el próximo 26 de septiembre, con la que espera "extraer lecciones" que mejoren el sistema de alerta de seguridad alimentaria europeo.

"No es una reunión de crisis", matizó la portavoz comunitaria Mina Andreeva, durante la rueda de prensa diaria de la CE, quien justificó la fecha elegida para poder "tomar cierta distancia" del asunto de los huevos contaminados, que afecta ya a un total de 16 países europeos (España no está entre ellos) y a Hong Kong.

La presencia de fipronil ha sido detectada en granjas de Holanda, Bélgica, Alemania y Francia, en las que se ha bloqueado la producción, pero el escándalo se extiende también a los países que importaron huevos de esos establecimientos, aunque aún no se ha confirmado si todas las partidas que compraron tenían trazas del insecticida.

Se trata de Suecia, Francia (que además de exportar recibió huevos contaminados de Bélgica), Reino Unido, Austria, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y Dinamarca, así como Suiza y Hong Kong. "Sabemos que estos países han recibido huevos producidos en las granjas que han sido bloqueadas", confirmó el portavoz comunitario Daniel Rosario. En total, están afectados 16 países europeos y Hong Kong.

La reunión que se celebrará el 26 de septiembre fue propuesta por el comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, quien ha mantenido contactos con los ministros alemán, belga y holandés.

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) tendrán ocasión de tratar previamente el asunto entre el 3 y el 5 de septiembre en Tallin (Estonia), donde se celebra una reunión informal de titulares del ramo, aunque aún no está publicada la agenda del encuentro.

Andreeva dijo que "es demasiado pronto para decir ahora cuáles son las lecciones aprendidas".

Ambos portavoces coincidieron en que "siempre hay lecciones que aprender" pero insistieron en que "el sistema europeo de seguridad alimentaria es uno de los más avanzados del mundo".

El asunto está siendo tratado por la CE como un tema sanitario, aunque los expertos coinciden en que, según los niveles de fipronil encontrados en los huevos, no existe un riesgo sanitario potencial.

Según las cifras facilitadas por el toxicólogo de la Universidad de Lovaina, Alfred Bernard, una persona tendría que consumir al menos 10.000 de esos huevos contaminados, durante un corto periodo de tiempo, para poner en riesgo su salud.

Más allá, el asunto tiene "una dimensión judicial", como recordó Rosario, dado que, aunque la comercialización del fipronil está permitida en la UE (se utiliza para el tratamiento del ácaro rojo en semillas o animales domésticos como perros y gatos), su uso es ilegal en la cadena alimentaria.

Holanda y Bélgica mantienen investigaciones para analizar el origen del fraude, que según los primeros análisis estaba en la empresa belga Poultry Vision, el proveedor que supuestamente vendió con la etiqueta "bio" un tratamiento para las gallinas que contenía fipronil.

Sin embargo, la sospecha está ahora en la holandesa Chickfriend, una de las empresas que utilizaron el tratamiento con fipronil en establos para gallinas, y de la que han sido arrestados dos administradores."Estamos frente a la utilización ilegal de un producto que no debería haberse usado en estas circunstancias", recalcó Rosario.

El Gobierno belga acusó a Holanda de "falta de cooperación" en la gestión de la crisis y afirmó que los Países Bajos habían detectado fipronil en granjas el pasado noviembre, con lo que justificó su reacción tardía, investigada por la CE, en el sistema europeo de alerta rápida (Rasff).

La primera notificación de la detección de fipronil data del 20 de julio, por parte de Bélgica, mientras que Holanda lanzó una alerta el 26 de julio y Alemania el 31 de julio.

En Bélgica y en Holanda el asunto ha puesto en entredicho la credibilidad de las agencias nacionales de seguridad alimentaria (la Afsca y la NVWA, respectivamente).

En el caso de Bélgica, la Afsca dijo en un primer momento que las trazas detectadas no superaban el umbral de "riesgo" para el consumo (0,72mg/kg), pero publicó después una segunda muestra de una de las granjas previamente analizadas que sí sobrepasaba el límite.

En Holanda, la NVWA alertó inicialmente de una sola referencia contaminada, mientras que amplió la lista después a más de un centenar de etiquetas.

Está por ver también cuál será el alcance del fraude para el sector, obligado a sacrificar miles de gallinas y a tirar varias toneladas de huevos, que reclama ya ayudas a nivel nacional y europeo y solo en Flandes asegura haber perdido más de 10 millones de euros, según fuentes del sindicato agrícola flamenco.

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