El presidente de Volkswagen pide perdón por escándalo de emisiones diésel

Matthias Müller rechazó comentar las informaciones que señalan que la industria automovilística alemana formó un cartel en los noventa para acordar decisiones.

El presidente de Volkswagen (VW), Matthias Müller, pidió este sábado perdón a los clientes del grupo por el escándalo de las emisiones en los vehículos diésel, pero rechazó comentar las informaciones que señalan que la industria automovilística alemana formó un cartel en los noventa para acordar decisiones.

"No comentamos especulaciones y suposiciones de hechos sobre la base de las informaciones de 'Der Spiegel'", señala Müller en una entrevista con el 'Rheinischen Post' sobre el nuevo presunto escándalo destapado por la revista, según la cual VW, Audi, Porsche, BMW y Daimler pactaron tecnologías, costes e incluso la limpieza de las emisiones de gases de los vehículos diesel.

Según 'Der Spiegel', Volkswagen y Daimler han presentado a las autoridades de defensa de la competencia alemana sendos documentos en los que se "autodenunciaban" con el fin de limitar el pago de posibles multas.

Müller se centra en el fraude de la manipulación de las emisiones contaminantes, "el escándalo del diésel que, entre tanto, se ha ampliado un escándalo de las emisiones", apunta.

"Por lo que respecta a Volkswagen, solo pudo disculparme ante nuestros clientes. Estamos dando la vuelta a la empresa para que algo así no sea posible de nuevo en el futuro", asegura.

El Gobierno alemán ha convocado a los fabricantes automovilísticos a un "cumbre del diésel" el 2 de agosto y el presidente de VW confía en que se dé garantías a los clientes de que podrán seguir conduciendo sus coches diésel, ante del debate abierto sobre la posible prohibición de los vehículos más contaminantes. "La incertidumbre es grande. Lo notamos ya en los pedidos de modelos diésel, que han disminuido significativamente", señala.

En Alemania VW ha aplicado ya las soluciones técnicas necesarias a más de 1,8 millones de vehículos, pero Müller descarta indemnizar a los clientes como se ha hecho en Estados Unidos.

En Europa y Alemania, explica, se ha decidido llamar a los coches a los talleres para aplicar las soluciones técnicas necesarias, pero en EE. UU. el sistema legal funciona "de manera totalmente diferente" y la situación técnica también lo es, al contar con limitaciones más estrictas de emisiones.

Müller apuesta por el futuro de los vehículos eléctricos y confía en que aumente el interés de los consumidores en los próximos años, aunque por el momento las primas establecidas en Alemania para la compra de este tipo de coches no han tenido el éxito esperado.

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