"Vi cómo un vecino tuvo que abandonar su coche y huir, murió veinte metros más adelante"

El dolor invade Pedrógão, escenario de la mayor tragedia forestal de Portugal.

Trágico incendio forestal en Portugal
Trágico incendio forestal en Portugal
Agencias

Una de las mayores tragedias forestales que jamás ha vivido Portugal se vive en Pedrógão Grande, una zona totalmente desolada y devastada por el incendio más mortífero de la historia de este país, que ha dejado, hasta el momento, 61 muertos y otros tantos heridos.

"Nos ha pillado por sorpresa", explica un vecino oriundo de esta localidad, Albano Graça, quien había acudido a este pueblo de la región Centro de Portugal, situado en plena sierra y a unos 200 kilómetros al norte de Lisboa, para pasar el fin de semana con su hija.

Las gentes de las aldeas del entorno de Pedrógão Grande, algunas de ellas evacuadas, se hacen fuertes formando corros para llorar a los seres queridos y para lamentar lo que han perdido.

Los bares permanecen abiertos como únicos lugares de reunión para los vecinos, que se preguntan cómo les sobrevinieron las llamas, que han dejado un frente de varios kilómetros que hace intransitable, por su extrema peligrosidad, la carretera nacional IC-8.

Todos siguen de cerca lo ocurrido, sentados y mirando sin pestañear la televisión o escuchando la radio, ya que apenas hay señal de telefonía y, mucho menos, conexión de Internet.

Algunos aseguran que han perdido todo su ganado, algo fundamental para ellos ya que muchos de estos pueblos arrasados por las llamas viven de la labor agraria y ganadera.

Además de haber perdido a algún familiar, se han quedado sin su "modus vivendi" a causa del fuego, que se ha llevado por delante casas y naves agrícolas, además de los animales y los vehículos de labor para el campo."Vi cómo un vecino del pueblo tuvo que abandonar su coche junto a la carretera y, al huir, fue alcanzado por el fuego y murió veinte metros más adelante", lamenta Albano Graça.

La desesperación cundió entre los vecinos desde que se desató el incendio en la tarde de este sábado, ya que todos los medios eran insuficientes debido a que las temperaturas de hasta 40 grados y los fuertes vientos hacían que las llamas avanzaran con mucha rapidez, sin dar tregua a una respuesta controlada.

La comarca de Pedrógão Grande se ha sumergido en un luto riguroso por las víctimas mortales, la mayoría de la zona, y se ha teñido de negro ya que, se mire hacia donde se mire, sólo se puede contemplar la ennegrecida sierra de pinares y eucaliptos.

La situación es aún más desoladora a causa de la intensa boina de humo que se ha apoderado de toda la comarca, donde no cesan de caer las cenizas y se hace muy difícil permanecer mucho rato en la calle respirando el intenso humo proveniente de los incendios forestales.

De momento, siguen activos un total de cuatro frentes, sobre los que trabajan hasta más de 700 bomberos, varios cientos de vehículos y numerosos medios aéreos, algunos de ellos llegados de España o de Francia.

El primer ministro de Portugal, António Costa, anunció desde el lugar del suceso que se ha habilitado un dispositivo con numerosos medios técnicos y humanos que, además, trabajan para realojar a las personas que se han quedado sin hogar.

De momento, el viento no sopla con tanta intensidad , pero la noche del domingo al lunes se prevé larga y complicada, ante el temor de que el incendio se pueda reavivar.

La zona de Pedrógão Grande es una comarca de sierra donde sus habitantes jamás imaginarían que un incendio -probablemente originado por una tormenta seca- pudiera acarrear tanta miseria y convertirles en protagonistas de los informativos de todo el mundo.

De momento, los daños están por cuantificar, ya que son muchas las infraestructuras afectadas y el daño medioambiental sólo será reparado con el paso de varias décadas, como reconocían "in situ" algunos especialistas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión