Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Trump dice que sufre la "mayor caza de brujas de la historia"

Según medios estadounidenses, el presidente es investigado por el fiscal Especial encargado de la trama rusa por presuta obstrucción a la justicia.

El presidente de EE. UU., Donald Trump.
El presidente de EE. UU., Donald Trump.
AFP

Nuevo capítulo en la investigación sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos y que ya afecta directamente al propio presidente Donald Trump y no sólo a sus asesores más próximos.

Parece que ahora el cerco se cierra cada vez más sobre el propio millonario. De hecho, el fiscal Especial Robert Mueller estaría investigándole por presunta obstrucción a la justicia, según fuentes oficiales citadas por los diarios 'The Washington Post' y 'The New York Times'.

Trump, por su parte, ha dicho vía Twitter, que la colusión de su equipo con la injerencia de Rusia en las elecciones es ridícula, con "cero pruebas" y que "ahora van" por "obstrucción de la justicia" en la "falsa  historia". "Son testigos de la mayor 'caza de brujas' de la historia política, dirigida por personas malas y conflictivas", ha publicado el jueves a través de su red social favorita.

Desde Rusia, el presidente Vladimir Putin ha reiterado lo mismo que su homólogo estadounidense, que "no hay pruebas" de la injerencia de Rusia. "Lo primero que he notado es que el señor exdirector del FBI dijo que cree que hubo injerencia rusa en el proceso electoral pero no dio prueba alguna", ha afirmado a la vez que se ha ofrecido a dar asilo político a James Comey si "sufre persecuciones" por revelar datos de las conversaciones que mantuvo con Trump.

Sin embargo, y pese a la manifiesta contrariedad del magnate sobre la supuesta investigación abierta por el fiscal Especial, la medida de Mueller de llamar a declarar a cargos de Inteligencia implica que el presidente está en el centro de la diana de la investigación y esta puede convertirse en un paso decisivo hacia una acusación y, por lo tanto, en un 'impeachment'.

Mueller fue nombrado fiscal especial para supervisar la investigación del FBI sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 y una posible colusión entre Moscú y la campaña presidencial de Trump.

No obstante, el mandatario estadounidense recibió garantías en enero del entonces director del FBI James Comey de que no estaba siendo investigado. Las fuentes citadas por el diario afirman que eso cambió tras el despido fulminante del exjefe del FBI.

La investigación habría arrancado días después su destitución, que tuvo lugar el 9 de mayo, según personas familiarizadas con el asunto. El equipo de Mueller estarían buscando potenciales testigos dentro y fuera del Gobierno.

Según estas informaciones, el director de Inteligencia Nacional, Daniel Coats, y el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Mike Rogers, y el hasta hace poco 'número dos' de Rogers, Richard Ledgett, han acordado comparecer ante Mueller esta misma semana.

Según los medios estadounidenses, la fiscalía Especial estaría investigando las conversaciones públicas y privadas del presidente con personas ajenas al Gobierno y que podrían haber incurrido en presiones a miembros de Inteligencia.

Tanto el director de la Agencia de Seguridad Nacional, como el director de Inteligencia estadounidense han aceptado prestar declaración,  algo a lo que se habían negado con anterioridad. La NSA ha indicado en un comunicado que "cooperará completamente con el fiscal especial", sin dar más detalles al respecto. La oficina del director de Inteligencia Nacional y Ledgett han declinado hacer comentarios.

Por su parte, la Casa Blanca deriva todas las preguntas sobre la investigación al abogado de Trump, Marc Kasowitz. El portavoz del abogado, Mark Corallo, ha recalcado que "la filtración por parte del FBI de información sobre el presidente es indignante, inexcusable e ilegal".

Según los medios, Mueller habría reclamado documentos internos sobre las conversaciones que los responsables de Inteligencia habrían mantenido con el magnate, que se añadirían a las ya entregadas por el exdirector del FBI sobre las presiones recibidas por Trump para que dejara pasar las investigaciones que afectaban a su asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn.

El hecho de que finalmente se confirme que Mueller está investigando a Trump no implica que se abra una causa contra él. De hecho, el fiscal Especial ya tiene bajo investigación al propio Flynn, al ex jefe de campaña electoral del millonario y el presunto blanqueo de dinero procedente de sobornos desde Rusia.

El ya conocido como 'Trumpgate' está dando más de un dolor de cabeza al excéntrico millonario, que ha dicho que cooperará con la investigación, según algunos medios. Sin embargo, Trump ha manifestado en repetidas ocasiones que la investigación no es más que una 'caza de brujas' y ha negado rotundamente ninguna colusión con la injerencia de Rusia.

Las informaciones de 'The Washington Post' han sido publicadas apenas un día después de que la Casa Blanca asegurara que Trump "no tiene intención" de cesar a Mueller, en medio de rumores en este sentido.

"Si bien el presidente tiene derecho, no tiene intención de hacerlo", dijo la viceportavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, según informó la cadena de televisión estadounidense CNBC. Las especulaciones en torno al posible cese de Mueller surgieron el martes, después de que un amigo cercano de Trump afirmara que el mandatario estaba considerando este extremo.

"Creo que es una consideración que ha manejado el presidente debido a que Mueller es ilegítimo como consejero especial", dijo Christopher Ruddy. "Recuerden que no hay pruebas de mala praxis, colusión u obstrucción", indicó.

Sin embargo, una fuente cercana a Trump manifestó que al presidente se le ha aconsejado que no tome una decisión en este sentido. "Mucha gente le está recomendando que no lo haga", apuntó, tal y como recogió la cadena CNN.

Si lo hiciera, sin una justificación clara y evidente, sería un escándalo político que podría ser más aplastante para Trump que la propia investigación de la injerencia de Rusia en las elecciones con intención de beneficiarle y ayudarle a llegar a la Casa Blanca.

Precisamente por esto, el Senado de Estados Unidos ha aprobado el miércoles por amplia mayoría aumentar las sanciones contra el Gobierno que preside Vladimir Putin.

Los senadores han aprobado con 97 votos a favor y dos en contra incluir un nuevo paquete de sanciones en un proyecto que contempla medidas contra Irán por sus últimas pruebas balísticas y sus violaciones de los Derechos Humanos.

Demócratas y republicanos han sostenido que las sanciones a Rusia son necesarias para enviar un mensaje de advertencia a Moscú y cualquier otro que tenga intención de interferir en el país, según ha informado el diario USA Today.

"No toleraremos ataques contra nuestra democracia", ha dicho el senador republicano John McCain, presidente del comité de Servicios Armados del Senado.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión