Ya son 28 las niñas muertas por incendio en centro de menores de Guatemala

El fuego, explican los medios locales, ha sido originado por las internas, que quemaron colchones para denunciar los abusos sexuales y físicos que sufren.

Familiares de algunas de las menores afectadas por el incendio.
Familiares de algunas de las menores afectadas por el incendio.
Reuters

Un total de 28 niñas fallecieron y otras 32 resultaron heridas por un incendio que se ha registrado este miércoles en un centro de menores de Guatemala, cuando las jóvenes intentaron protestar por los abusos sexuales y físicos que sufren, según algunos familiares.

Fuentes hospitalarias confirmaron a los medios las últimas seis muertes, que se produjeron esta madrugada.

Supuestamente, las menores heridas y fallecidas intentaban protestar por los abusos sexuales y físicos que sufren en el hogar, concretamente este miércoles, cuando se celebraba el Día Internacional de la Mujer. Aunque las trabajadoras del sector de mujeres intentaron apagar las llamas con varios extintores, el fuego se propagó rápidamente.

Un total de 41 heridas fueron rescatadas en un primer momento, pero nueve fallecieron desde entonces, 7 en el hospital San Juan de Dios, adonde llegaron 17, y dos en el Roosevelt, que recibió a 24.

Las 32 que permanecen internadas se encuentran, casi en su totalidad, en estado grave, con quemaduras de segundo, tercero y cuarto grado, y solo algunas han logrado ser identificadas, por lo que las autoridades hospitalarias piden la colaboración de las familias.

La casa hogar de menores ha estado envuelta en la polémica desde el año pasado. Al menos 47 jóvenes se fugaron entonces, lo que llevó a la Secretaría de la Presidencia guatemalteca encargada de la guardia y custodia a destituir en su momento al director.

El centro, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, mantiene a unos 748 menores (varones y mujeres), aunque su capacidad es de 400, y ante esta tragedia el Gobierno destituyó al director y decretó tres días de luto oficial. Psicólogos y personal médico presta atención a las víctimas y a sus familias, así como a los supervivientes.

Investigación

El trabajador de la Procuraduría ha dicho a la prensa que los fiscales del MP están ahora investigando los hechos y que también se espera que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronuncie por unas medidas cautelares solicitadas en noviembre del año pasado por la institución en este caso.

Mientras, los otros menores del centro están empezando a ser trasladados, algunos son devueltos a sus familias y otros llevados a otros albergues.

Uno de los jóvenes que salió, Daniel, de 16 años, contó a periodistas entre sollozos que las niñas fallecidas estaban encerradas en una escuela bajo llave después de una revuelta que se organizó este martes, cuando 40 muchachos intentaron escapar, aunque luego fueron reubicados.

El pequeño, acompañado de algunos familiares, señaló que las autoridades "no las ayudaron", que tardaron mucho en reaccionar y que no les dejaron entrar para socorrerlas. "Se quedaron parados. Las conocíamos. Nosotros queríamos ayudar pero no nos dejaron", dijo antes de abrazarse con su familia.

Con los ojos llorosos y la cabeza cabizbaja, padres, madres y hermanos de algunos de los recluidos exigen saber la verdad. El padre de Pablo, un niño de 14 años, ha contado que su vástago está en el centro, pero desconoce su estado.

Sin embargo, no duda en denunciar que al igual que muchos otros que están dentro es víctima de abusos: "Eso es trata de personas. Es una porquería. Tiene golpes cuando lo vengo a ver y si le pregunto quien se los hizo se molesta", asegura este hombre, que prefiere no dar a conocer su nombre, acompañado de otro de sus hijos.

Un grupo de mujeres comentó los testimonios que en su día contaban los pequeños y aseguran que son "golpeados" y violados": "No son criminales ni animales. Son niños, son personas, son adolescentes", grita una de ellas.

Otra la completa: "La comida es más mierda. Todo es un desastre. Aquí los tratan peor que uno. Si mi hijo era un rebelde ahora con cholos (pandilleros) peor. Aquí no los cuidan nada".

Polémica

El centro ha estado envuelto en polémica desde el año pasado. Al menos 47 jóvenes se fugaron, lo que llevó a la Secretaría de la Presidencia encargada de la guardia y custodia a destituir en su momento al director.

Las autoridades investigan desde entonces los hechos y una jueza decretó el cierre paulatino del centro, motivo que llevó a dos magistradas de la Corte Suprema de Justicia, entre ellas la expresidenta del organismo Silvia Patricia Valdés, a personarse en en lugar para verificar la situación.

Decenas de policías, bomberos, miembros de la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres (Conred) y la Cruz Roja, entre otros, se encuentran en el lugar, al que se prohíbe el acceso a la prensa, que se amontona en los alrededores y algunos de los cuerpos han empezado a salir. La casa hogar, a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, tiene a unos 748 menores, aunque su capacidad es de 400.

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