Lewis, icono de los derechos civiles, último blanco de los ataques de Trump

El congresista John Lewis es el único superviviente de la histórica Marcha por Washington de 1963 en la defensa de los derechos civiles.

El congresista demócrata John Lewis.
El congresista demócrata John Lewis.
Reuters

En la antesala de su investidura como presidente de Estados Unidos, Donald Trump es de nuevo objeto de polémica después de sus ataques contra el congresista John Lewis, el único superviviente de la histórica Marcha por Washington de 1963 en la defensa de los derechos civiles.


El mandatario electo, molesto por los comentarios del legislador, quien dudó de la legitimidad de su victoria dados los informes de inteligencia que corroboran que el Gobierno ruso le ayudó a ganar, no tuvo ningún reparo en atacar a Lewis en la red social Twitter, causando una avalancha de críticas. "El congresista John Lewis debería pasar más tiempo en arreglar la horrible situación de su distrito, que se está hundiendo (por no mencionar que está infecto de crimen) en vez de quejarse falsamente por los resultados electorales. Es todo hablar, hablar, hablar. No hay acción ni resultados. Triste! (sic)", escribió el magnate.


Pero elegir como el último blanco de sus ataques antes de tomar posesión como presidente a quien muchos consideran el gran 'héroe' vivo del Movimiento por los Derechos Civiles impulsado en los años sesenta no ha sido precisamente bien recibido por los estadounidenses.


Las redes sociales se volvieron un nido de críticas hacia el multimillonario, tanto por parte de los ciudadanos, como por parte de otros congresistas y senadores, todos ellos especialmente molestos por la falta de reconocimiento del magnate hacia Lewis en una lucha que ha mantenido durante décadas.


"John Lewis y su 'hablar' han cambiado el mundo", escribió el senador republicano por Nebraska Ben Sasse, quien acompañó su publicación en la misma red social de una foto de Lewis marchando junto al nobel de la Paz Martin Luther King, cuya festividad se celebra precisamente este fin de semana en todo el país.


Otros congresistas y ciudadanos no dudaron en publicar numerosas imágenes de las decenas de ocasiones en las que Lewis fue detenido en su defensa de los derechos de los negros, así como otros recordaron las agresiones policiales que sufrió durante el conocido Domingo Sangriento en la ciudad de Selma (Alabama), en 1965.


"A John Lewis le partieron el cráneo mientras luchaba por un país mejor. Eso no es solo charlatanería, y mucho menos falta de acción", replicaba otro ciudadano en alusión a ese episodio de la historia estadounidense, en el que cientos de afroamericanos marcharon para reivindicar su derecho al voto de Selma a Montgomery.


En una entrevista emitida este domingo pero grabada antes de los comentarios de Trump contra él, Lewis confesó que nunca invitaría al presidente electo a Selma, lugar que ahora sirve de recuerdo y símbolo de la defensa de los derechos civiles, y a donde él mismo ha acompañado a numerosos políticos tanto demócratas como republicanos. "Puede que aprendiera algo. Puede que lograra algo de religiosidad. Pero nunca le invitaría a venir", aseguró el congresista por Alabama en alusión a quien será el próximo presidente de Estados Unidos.


Lewis formaba parte de la media docena de congresistas demócratas que habían declinado su asistencia a la toma de posesión del multimillonario que tendrá lugar el 20 de enero, pero tras los ataques del magnate contra él, la lista de ausencias a la investidura se ha engrosado a casi una veintena.


"El cobarde Donald Trump no está preparado siquiera para sacar brillo a las botas del congresista John Lewis", respondió la legisladora por Nueva York Yvette Clarke, quien tras las afirmaciones del presidente electo está liderando una campaña de "boicot a la investidura" para que políticos y ciudadanos no acudan al acto.


"Piedras y bates no pudieron parar a John Lewis en su lucha por la justicia. Tuits mezquinos no lo harán tampoco", dijo por su parte el también congresista Joe Kennedy III.


Sin embargo, el equipo de Trump, incluido su vicepresidente, Mike Pence, han insistido este domingo en que los comentarios de Lewis sobre la falta de legitimidad de la victoria electoral "estuvieron fuera de lugar". No obstante, no es la primera vez que el presidente electo arremete contra una figura reconocida en el país al no encajar bien sus críticas, como ocurrió cuando atacó al senador por Arizona y exaspirante a la Presidencia del país, John McCain.


El legislador, que luchó en la Guerra de Vietnam, puso en duda en varias ocasiones las posturas del multimillonario, por lo que este no dudó en decir que McCain no debería ser considerado "un héroe de guerra" ya que fue capturado.


En aquella ocasión, a pocos meses de la cita electoral, numerosos republicanos salieron en defensa del senador y a Trump le inundaron las críticas, tanto así que incluso tuvo que rectificar. Sin embargo, con la victoria en la mano y a apenas unos días de su nombramiento, no parece que el multimillonario vaya a pedir perdón por sus últimos agravios, aunque hayan sido contra una de las personas más respetadas y admiradas del país.

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