Es histórico. El 'New York Times', uno de los periódicos estadounidenses más reconocidos en el mundo, se ha posicionado en una editorial claramente a favor de la candidata demócrata a la presidencia de EE. UU., Hillary Clinton.

El diario se ha manifestado y pedido abiertamente el apoyo latino para la rival de Trump, calificando el voto de cerca de 27 millones de personas de absolutamente "decisivo". A juicio del diario estadounidense, "solo es cuestión de tiempo para que su huella (la de los latinos) en el sistema político del país se ajuste a sus contribuciones en otras esferas".

El histórico periódico reconoce así la importancia de la comunidad latina y su capacidad de influencia sobre quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca. Para el diario norteamericano, "los estadounidenses merecen un presidente que se comporte como un adulto" y consideran que frente a la "lista de propuestas prácticas" de Clinton, están las de Trump, que "no dice nada concreto mientras promete el cielo y las estrellas".Apuesta por la capacidad de Clinton de "estar a la altura" de los desafíos del país

"Con este respaldo, nuestra intención es persuadir a aquellos que dudan si deben votar por Clinton porque están renuentes a votar por una demócrata o porque es otro miembro de la familia Clinton o porque es una candidata que, en apariencia, no representa un cambio con respecto a una clase dirigente que parece indiferente y un sistema político fracturado.

El mejor argumento a favor de Hillary Clinton no puede ser, y no es, que no es Donald Trump. El mejor argumento tiene que ver con los desafíos que enfrenta este país y la capacidad de Clinton para estar a la altura", dice el editorial de manera contundente. La novedad fundamental es que es la primera vez en la historia que el editorial del New York Times se publica también en castellano; y lo hace porque el voto latino es considerado fundamental y decisivo para evitar el triunfo del candidato republicano Donald Trump.

El millonario y excéntrico showman, que día a día inunda de nuevos titulares a la prensa de su país y a los periódicos del mundo entero, se enfrenta ahora a las últimas noticias sobre sus 'no declaraciones' a Hacienda y las acusaciones de evasión de impuestos en la últimas dos décadas. A las que se suman las de machismo, xenofobia y oscurantismo en sus cuentas (...)."Si ha habido un año imprescindible para el voto latino, ese es 2016"

'The New York Times' se ha posicionado de manera rotunda solicitando a todos los latinos que voten "de manera masiva" a favor de Clinton, calificando su participación de decisiva a la hora de evaluar los resultados y sobre la elección final sobre quién será presidente del país. "Si ha habido un año imprescindible para que los latinos de EE. UU. ejerzan su derecho a voto, es 2016", reza el editorial del diario.

Cabe recordar que 27 millones, de 100 electores que están llamados a las urnas, son de procedencia hispana. El próximo 8 de noviembre serán los comicios para decidir quien ocupará la Casa Blanca durante los próximos cuatro años y parece que en esta ocasión el voto latino es más decisivo que nunca en la historia del país.Califica de "sensatas" las políticas migratorias de Clinton

El editorial, que se ha publicado tanto en inglés como en español, se ha titulado 'A votar' y califica a Donald Trump como un "hombre déspota", entre otras cosas. Según The New York Times, que mantiene un clarísimo apoyo a Clinton frente a Trump,.

Si los hispanos "votan de manera masiva", su voto será decisivo "más allá de derrotar a un hombre déspota. Los latinos tienen varias razones para apoyar con entusiasmo a su rival", así de contundente se manifiesta el histórico tabloide. El editorial considera que el voto a favor de Clinton el 8 de noviembre respaldaría la reforma migratoria que defiende la candidata demócrata que "tiene propuestas coherentes y sensatas para abordar los asuntos que más afectan a los latinos, incluyendo el manejo de la economía, el acceso a la atención médica, seguridad social y educación".

Clinton se ha manifestado a favor de continuar y extender el programa del actual presidente Barack Obama para autorizar temporalmente la presencia de millones de inmigrantes indocumentados "que tienen fuertes vínculos con EE. UU.".

No puede obviarse que más de 11 millones de personas están residiendo en el país de manera ilegal. Para el New York Times, si el candidato republicano alcanzara la Casa Blanca, se debería en parte a la falta de apoyo de los latinos a su rival y podría conllevar "deportaciones masivas y más ataques contra inmigrantes". Hay que reconocer que, a pesar de que las encuestas marcan una ligera superioridad de Hillary Clinton frente Donald Trump, no hay una clara ventaja porque el millonario suma apoyos en una gran parte de la llamada América profunda y en millones de estadounidense que, más que votar a Trump votan "no a Hillary Clinton.El 'no' a una opción es el 'sí' a la otra

Hay quienes apoyan abiertamente a Trump, que son muchos millones de estadounidenses. Quienes no apoyan a Clinton, por discrepancias varias y a veces porque es un país en el que, o eres demócrata o republicano, acabas votando a tu candidato aunque no sea la mejor de tus opciones. Lo cierto es que tanto Hillary como Trum. Son los dos candidatos y, gusten o no a sus propias filas, serán entre quienes deban decidir los 100 millones de estadounidenses llamados a las urnas. han ganado a sus rivales directos en primarias

El 'no' a Hillary Clinton será el 'sí' a Donald Trump, y al revés. En esta ocasión, muchos estadounidenses votarán no sólo a favor de una opción, sino en contra de la otra. Eso sí. Por primera ves, el voto latino es decisivo par inclinar la balanza del lado republicano o demócrata. A favor de Hillary o de Trump.

El próximo 9 de octubre será el siguiente debate televisado entre ambos candidatos. ¿Volverá a ganar la exprimera dama? ¿Utilizará Trump los escándalos sexuales y las posibles infidelidades del los Clinton para ganar apoyos entre su electorado conservador? No parece que eso sea posible, porque ya tiene ese voto conservador. Quizá lo emplee para desestabilizar a su rival, quien en el anterior debate le barrió de la pista con una contundencia y seguridad de la que careció el candidato republicano.