Un ​Hollande en horas bajas defiende su presidencia con vistas a repetir candidatura

La impopularidad del presidente francés crece tras conocerse el desorbitado sueldo de su peluquero.

François Hollande este jueves en París.
Un ?Hollande en horas bajas defiende su presidencia con vistas a repetir candidatura
Afp

François Hollande se esforzó en defender los logros de su mandato y, en particular, las mejoras en el empleo que espera en los nueve meses que le quedan como presidente de Francia con la vista puesta en volver a presentar su candidatura en 2017, pese a la impopularidad que arrastra.


Hollande, que se sometió al ejercicio tradicional de la entrevista televisada con motivo de la Fiesta Nacional francesa, optó por dejar en suspenso la última crisis interna en su Gobierno, motivada por las cada vez menos veladas ambiciones presidenciales de su ministro de Economía, Emmanuel Macron.


Se limitó a advertir a Macron de que hay "dos reglas" que debe respetar para seguir en el Gobierno, "la solidaridad y el espíritu de equipo" y también su entrega a tiempo completo a la cartera que tiene encomendada hasta el final, y eso sin que prime la ambición personal "y todavía menos presidencial".


"Respetar esas reglas es quedarse en el Gobierno, no respetarlas no es quedarse", avisó poniéndose así como mediador entre Macron y el primer ministro, Manuel Valls, que en los últimos días había hecho varios gestos al presidente para que pusiera fin a las iniciativas del titular de Economía, quien ha creado un movimiento político al margen del Partido Socialista.


El jefe del Estado tampoco pudo de librarse de otra piedra que le acaba de entrar en el zapato, las revelaciones sobre los casi 10.000 euros de dinero público que Hollande dedica cada mes para pagar a su peluquero desde que llegó al cargo en mayo de 2012.


Cuando se le preguntó sobre esa cuestión, y sin entrar en el aspecto que sabe chocante de esa remuneración, se defendió haciendo valer que desde que es jefe del Estado los gastos de la administración presidencial han pasado de 109 millones de euros con su predecesor, Nicolas Sarkozy, en 2012, a 100 millones anuales.


Y además, que él mismo decidió bajarse el sueldo en un 30 %, de forma que "se (le) pueden hacer todos los reproches, pero no ése".


También estuvo a la defensiva sobre la reforma laboral, de la que sabe que le ha generado mucha animadversión, al admitir que "tal vez hubo una mala presentación inicial". Aunque, como él mismo afirmó, las huelgas y las manifestaciones que se han organizado desde febrero para forzar su retirada no han paralizado el país.


Insistió en que la ley, que debería ser aprobada el próximo día 20 de forma definitiva por el Parlamento, se aplicará "inmediatamente", y en que permitirá acuerdos de empresa como el de competitividad que ha suscrito el grupo automovilístico PSA Peugeot Citroen con la mayoría de los sindicatos, que prevé un millar de contratos indefinidos.


Hollande repitió la idea de que "las cosas van mejor" porque se ha restablecido el crecimiento económico, aunque sin echar las campanas al vuelo ya que la situación podría deteriorarse si no actúa, en particular por la incertidumbre que hace planear el voto de los británicos por el "brexit".


La primera forma de demostrar su acción es su llamamiento al nuevo Gobierno británico de la primera ministra, Theresa May, para que formalice rápidamente la salida de la Unión Europea.


"Su elección, la tienen que asumir" y no tiene que "tener traducción en nuestra propia economía", argumentó, antes de añadir que "cuanto antes se inicie el procedimiento de salida del Reino Unido, mejor será la relación" posterior entre Londres y la UE.


Además, Hollande confirmó su intención de presentar una serie de iniciativas de relanzamiento del proyecto europeo, para las que se ha concertado en particular con la canciller alemana, Angela Merkel, y avanzó que el objetivo primero de las propuestas que va a presentar la semana próxima en varias capitales del Viejo Continente es "la protección de los europeos".


Las tres iniciativas son reforzar la protección de las fronteras europeas y la seguridad en el interior; duplicar en los próximos cinco años las inversiones del conocido como "plan Juncker", y dotar a la zona euro de un presupuesto propio y un Gobierno.


El presidente, que confirmó que el estado de emergencia decretado en Francia inmediatamente después de los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015 en París se levantará a partir del próximo día 26, presidió esta mañana el desfile militar del 14 de julio que conmemora el inicio de la revolución francesa de 1789.


El desfile fue la ocasión para anunciar que Francia va a enviar más consejeros militares a Iraq para combatir al grupo Estado Islámico (EI) y a poner fin en octubre a su misión en la República Centroafricana.

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