La izquierda se moviliza para la primera protesta "unificada" contra Temer

Rousseff no participará en la marcha de Sao Paulo.

Sindicatos y movimientos sociales saldrán mañana a las calles de diferentes ciudades brasileñas en una jornada nacional de protestas contra el presidente interino de Brasil, Michel Temer, que estará encabezada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.


La marcha, convocada para el viernes, supone el "primer acto unificado" de manifestaciones contra Temer, que asumió las riendas del país el pasado 12 de mayo después de que la presidenta, Dilma Rousseff, fuera suspendida del cargo mientras el Senado la somete a un proceso de destitución.


Inicialmente Rousseff no participará en la marcha en Sao Paulo, pero ofrecerá una rueda de prensa en la capital paulista poco antes de la concentración, según informó el movimiento Frente Popular Brasil, que promueve la jornada nacional de protestas junto con el Frente Pueblo Sin Miedo.


Además de Sao Paulo, donde está confirmada la presencia de Lula, las protestas han sido convocadas en los otros 26 estados brasileños, incluida la capital, Brasilia, donde se encuentra la residencia oficial de Temer.


Desde que el presidente interino asumió el poder, hace casi un mes, han tenido lugar varias manifestaciones en diferentes puntos del país, pero ninguna de ellas ha sido de gran envergadura.


Por ello, la izquierda espera el viernes echar su primer gran pulso a Temer, cuya aprobación se encuentra en el 11,3 %, un porcentaje tímidamente superior a la que tenía Rousseff cuando fue suspendida de su cargo, según un sondeo divulgado la víspera.


Según la Central Única de los Trabajadores (CUT), la mayor unión sindical del país, las protestas del viernes serán el primer paso antes de la convocatoria de una huelga general que "se está preparando".


La CUT, que integra el Frente Popular Brasil, informó de que la huelga tendrá lugar cuando el presidente interino envíe al Congreso "las medidas de retirada de derechos", en referencia a un proyecto de reforma laboral y del sistema de jubilaciones previsto por Temer.


El Gobierno interino ha anunciado un severo plan de ajuste fiscal para reequilibrar las cuentas del país, que incluye una fuerte reducción de los gastos públicos, pero ha reiterado que no recortará el aporte destinado a los programas sociales.


Los movimientos sociales, sin embargo, son escépticos e insisten en que el objetivo de Temer a largo plazo es el de suspender algunos de los programas bandera de Partido de los Trabajadores (PT), como el "Minha Casa, Minha Vida" (Mi Casa, Mi Vida) y el Bolsa Familia, por los que se conceden subsidios a los más pobres.


Argumentan también, en la línea defendida por Rousseff, que la suspensión de la gobernante tuvo como objetivo frenar las investigaciones de la trama de corrupción de la petrolera estatal Petrobras.


El argumento se apoya en una petición de prisión realizado por la Fiscalía contra cuatro altos cargos de la formación a la que pertenece Temer, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), entre los que se encuentran el presidente del Senado, Renan Claheiros, y el exministro de Temer Romero Jucá.


El fiscal general, Rodrigo Janot, sustentó esa solicitud en la sospecha de que los cuatro dirigentes del PMDB, todos muy cercanos a Temer, intentaron algunas maniobras para obstruir la acción de la justicia en las investigaciones sobre la corrupción en la empresa estatal Petrobras.


"Los jefes del golpe realizaron todos los movimientos para frenar la investigación de la Lava Jato, usurpar el poder y aplicar el proyecto más neoliberal de la historia de Brasil", afirman los movimientos en la convocatoria del acto.

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