Alemania investiga a un presunto asesino que guardaba restos de sus víctimas

El hombre, que falleció en 2014, habría asesinado al menos a cinco prostitutas y a un niño.

La policía alemana investiga el caso de un jubilado, fallecido en 2014, como presunto asesino de al menos cinco prostitutas y un niño, cuyos "sádicos" crímenes, en los que amputaba partes del cuerpo de sus víctimas, han salido a relucir tras hallar sus familiares restos humanos escondidos en un garaje.


El Departamento de Investigaciones de lo Criminal (LKA) de la Policía de Hesse (oeste) informó este jueves de que se está siguiendo la pista de otros asesinatos o desapariciones no aclarados por si existe una relación con Manfred Seel, que murió con 67 años y podría ser sospechoso en otras cuatro muertes.


En una rueda de prensa en Wiesbaden (oeste), la policía reveló escabrosos detalles coincidentes en las muertes, como que a todas las víctimas se les había extraído un órgano o se les había amputado un miembro, que no aparecía junto al cadáver. Sería, en opinión de los investigadores, el punto culminante de las "fantasías sexuales" del asesino.


Las heridas de los cadáveres encontrados y relacionados ahora con Seel se corresponden en muchos casos de forma detallada con algunas de las miles de imágenes de pornografía y violencia, incluso caníbal, halladas en su ordenador.


Los investigadores han determinado que los órganos y los miembros fueron amputados postmortem, aunque en uno de los casos, la víctima podía estar todavía con vida.


Las primeras sospechas se conocieron el miércoles, tras informar la policía del hallazgo de restos mortales de una prostituta de Fráncfort desaparecida en 2003 y de la posible relación entre el jubilado y los asesinatos de un niño de 13 años y de cuatro prostitutas, desaparecidas entre 1971 y 1993.


Las investigaciones sobre el presunto asesino en serie se iniciaron en diciembre, tras encontrarse la cabeza y otros restos humanos empaquetados en bolsas de plástico en el garaje que había pertenecido al hombre.


Tras ser identificados, la policía comenzó a cruzar datos en busca de pistas que pudieran relacionar ese asesinato con otros cuatro casos similares de mujeres muertas registrados en esa región y hasta entonces no aclarados.


A las muertes de estas víctimas femeninas se sumaron las sospechas del pequeño Tristán, muerto en 1998 y cuyo presunto asesino tampoco logró identificarse nunca.


Según informó este jueves la policía, aunque su perfil, por edad y sexo, no casa con el resto de víctimas, el chico también fue víctima de "sádicas fantasías sexuales".


Los investigadores describieron al presunto asesino como un padre de familia totalmente normal, que nunca había tenido problemas con la justicia y que, probablemente, nunca habría sido identificado como un criminal si no se hubieran hallado los restos mortales en el garaje. 

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