Siete trabajadores murieron este domingo y otros 24 resultaron heridos en un ataque perpetrado por ocho terroristas suicidas del grupo Estado Islámico (EI) contra una planta de gas en la localidad de Tayi, a 30 kilómetros al norte de Bagdad.

Según una fuente de la Policía iraquí, el ataque fue cometido simultáneamente por seis extremistas con cinturones explosivos y otros dos suicidas al volante de dos vehículos cargados de explosivos.

La fuente explicó que los dos coches bomba fueron detonados en la entrada principal de las instalaciones, mientras el resto de terroristas se infiltraba en el complejo, donde lograron incendiar dos depósitos de gas tras detonar las cargas que llevaban adosadas al cuerpo.

Los ocho terroristas suicidas murieron en el ataque, según la fuente, bien porque detonaron los explosivos que portaban o por disparos de las fuerzas de seguridad, que evitaron que los yihadistas ocuparan la planta, según la fuente.

Los equipos de bomberos se dirigieron al lugar para controlar las llamas en la planta de gas, que se extendieron a las viviendas de los obreros, añadió la fuente.

Los ataques con grupos de suicidas es un método habitual empleado por el Estado Islámico en sus ofensivas contra las fuerzas de seguridad en Irak, donde controlan importantes zonas del norte y del oeste del país, desde junio de 2014.