Sexo, vídeos y corrupción inmobiliaria en Marruecos

Un funcionario marroquí chantajeó sexualmente a una mujer casada.

La historia de un funcionario marroquí que está siendo juzgado por chantaje sexual a una mujer casada ha sacudido a la opinión pública en Marruecos y ha puesto de nuevo sobre la mesa el problema del abuso de autoridad por agentes del poder en el país.


En este caso, la mujer casada acusa al caíd (juez local) de su ciudad de chantajearle sexualmente a cambio de no meter a su marido en la cárcel. El marido era culpable de dos delitos: construir una habitación ilegal en una azotea y pagar sobornos para poder hacerlo.


Pero un vídeo ha cambiado el curso de la justicia y ahora el tema ocupa las portadas de muchos medios y ha suscitado una gran expectación social al poner de manifiesto problemas sociales estructurales, como la construcción ilegal, la corrupción municipal y la prepotencia de algunos funcionarios públicos.


La historia empezó hace meses en la pequeña localidad de Derua, en la provincia de Berrechid, situada en el centro de Marruecos, cuando una pareja recién casada pagó un soborno a un "moqadem" o funcionario municipal a cambio de darles permiso de obra a fin de añadir ilegalmente una habitación en la azotea.


El "moqadem" se embolsó el soborno, pero acabó informando a su superior, el caíd, del atropello urbanístico.


El caíd interpeló entonces a la pareja sobre la ilegalidad de su construcción, hizo firmar al esposo un certificado en el que reconocía haber pagado dinero a cambio de la autorización, y con este documento empezó a chantajear a la esposa con mensajes de whatsapp para poder acostarse con ella, amenazándola con mostrar el documento incriminatorio si ella no accedía a sus deseos.


Sin embargo, la mujer reveló a su marido el acoso sufrido y juntos tendieron al caíd una trampa para filmarlo en su propio dormitorio mientras esperaba a su "conquista".


Cuando el caíd ya se encontraba semidesnudo, irrumpió en la habitación el marido y un amigo armado con un cuchillo de carnicero, que obligó al caíd a confesar su chantaje ante un teléfono que lo grababa.


Una vez en las redes, el vídeo produjo un gran escándalo mediático y social, y el Ministerio de Interior anunció esta semana la expulsión del caíd, su persecución judicial y la apertura de una investigación.


El caíd está siendo juzgado actualmente en libertad por abuso sexual, mientras la mujer también comparecerá por tratar de chantajearle con el vídeo.


'Sexo a cambio de una construcción ilegal', así tituló este viernes el diario 'Ajbar al Yaum' su editorial firmado por su director Taufiq Buachrin, que subrayó el carácter de "suspense" de un caso que reúne "el sexo, el poder y la violencia".


Buachrin lamentó "el débil control" del Ministerio de Interior sobre sus funcionarios, aunque se preguntó por qué la pareja no denunció primero los abusos del caíd.


"Como la mayoría de los marroquíes -sostuvo-, ellos no creen en un Estado de Derecho en Marruecos y no se imaginan que la justicia les pondrá al mismo nivel que el caíd, por lo que el poder de la cámara y el escándalo social fueron su única arma para defenderse, ellos y su honor".


El caso provocó un sinfín de comentarios entre los que denuncian el abuso de poder, o la familiaridad de los marroquíes con la corrupción que favorece el fenómeno de la urbanización clandestina, pero no faltan los que creen que la pareja ha tramado toda la historia aprovechando "la ingenuidad" de un caíd.


Entre una opinión y otra, y a la espera que la justicia dilucide el caso, algo queda patente en esta historia: el de la tecnología digital y las redes sociales, que están sirviendo en Marruecos como medio de denuncia y petición de justicia.

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