Hollande se enfrenta a una huelga general por su reforma laboral

Los sindicatos exigen la retirada del proyecto de ley.

FRANCIA REINO UNIDO
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YOAN VALAT

El Gobierno francés del presidente socialista, François Hollande, se enfrenta a una convocatoria de huelga general de parte de los sindicatos contra su reforma laboral que provocará, entre otras cosas, la supresión de vuelos y perturbaciones en otros transportes públicos.


A los cuatro grandes centrales sindicales convocantes del paro (CGT, FO, FSU y SUD) se han sumado dos organizaciones de estudiantes (Unef y UNL) que exigen la retirada del proyecto de ley que lleva el nombre de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri.


La intersindical de los funcionarios denuncia que "es una suma de regresiones históricas" porque "facilita el despido", permite revisar las reglas del tiempo de trabajo para ampliar horarios e invierte la jerarquía de las normas al dar primacía a los acuerdos en las empresas sobre la legislación laboral o los convenios colectivos nacionales. "El debilitamiento de los derechos de los trabajadores y la posibilidad de despedir con mayor facilidad nunca han permitido luchar contra el paro", afirmó esa agrupación en un comunicado.


En respuesta a estas y otras acusaciones, El Khomri aseguró este miércoles que el Ejecutivo escucha "las inquietudes de la juventud" y se decidió a preparar ese texto precisamente por la precariedad de ese colectivo.


En la sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional, destacó que su propuesta legislativa incluye, en particular, la universalización a partir de 2017 de la "garantía jóvenes" que permitirá recibir un subsidio y un proyecto de inserción laboral a los que están desempleados y ni estudian ni están en formación. El ministro de Finanzas, Michel Sapin, hizo hincapié en que las nueve décimas partes del contenido de la ley han sido objeto de una amplia concertación.


Una concertación que condujo a los conocidos como sindicatos reformistas, y en particular a la Confederación Francesa de Trabajadores (CFDT), a retirarse de las movilizaciones, después de que el Ejecutivo diera marcha atrás en algunas de las disposiciones más liberales, referidas al despido. La principal concesión a la CFDT fue renunciar a fijar un tope a las indemnizaciones por despido improcedente, sustituido por un baremo indicativo para los jueces de lo social.


También desaparecieron una serie de causas que -en el redactado inicial- podían esgrimir las empresas para despedir por razones económicas, y serán los jueces quienes establezcan si ha habido voluntad de falsear las cuentas por su parte para acreditar pérdidas que justifiquen supresión de empleos.


La oposición a ese proyecto de ley comenzó desde que se filtraron a finales de febrero algunos de sus puntos y la oleada de protestas convocadas hasta ahora tuvo su mayor afluencia el pasado 9 de marzo, cuando 200.000 personas, según las autoridades, y 450.000, según los organizadores, se echaron a las calles en todo el país.


Más allá de las decenas de manifestaciones organizadas, el paro tendrá consecuencias sobre todo en la Administración y en el transporte. La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) avanzó que la huelga de controladores obliga a suprimir un 20 % de los vuelos en el aeropuerto de París-Orly y un tercio en Marsella.


En los ferrocarriles, se prevé que los problemas empezarán esta noche y se cancelarán la mitad de los trenes regionales y entre la mitad y dos tercios de los cercanías en las líneas de la región parisina.


La compañía SNCF no prevé suspender los trenes internacionales, y en los de alta velocidad (TGV) con recorridos dentro del país el servicio será normal en el eje hacia el Este, mientras que se anularán una cuarta parte en los ejes al Atlántico y al Sureste.

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