​EE. UU. desafía a Irán con una investigación contra siete piratas informáticos

Atacaron a docenas de bancos estadounidenses.

La Justicia de EEUU desafió a Teherán con una investigación contra siete piratas informáticos iraníes, a los que acusa de aliarse con el régimen de los ayatolás para atacar a docenas de bancos estadounidenses.


"Hoy desvelamos una investigación contra siete presuntos piratas informáticos empleados por compañías de seguridad informática que trabajan en nombre del Gobierno de Irán", destacó la fiscal general de EEUU, Loretta Lynch, al anunciar la investigación en una rueda de prensa en el Departamento de Justicia.


Esta es la primera vez que el Gobierno del presidente Barack Obama persigue por la vía judicial a ciudadanos iraníes por la ola de ataques cibernéticos contra instituciones estadounidenses que comenzaron en 2011, indicó un alto funcionario gubernamental que pidió el anonimato.


Los ataques se desarrollaron entre finales de 2011 y mediados de 2013 y afectaron a 46 compañías, la mayor parte de ellas del sistema financiero de Estados Unidos, entre las que destaca la bolsa de Nueva York y el mercado Nasdaq, la bolsa de valores electrónica más grande de EEUU con más de 3.600 compañías.


Los iraníes también atacaron al español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), al canadiense Banco de Montreal, al grupo holandés ING y a las entidades estadounidenses Bank of America, Capital One y Wells Fargo, según el escrito de acusación de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.


La multinacional estadounidense de comunicaciones AT&T también sufrió ataques, entre otras compañías, según el escrito.


En total, las ofensivas de los piratas informáticos duraron 176 días, provocaron interrupciones en los servicios en línea de los bancos y cientos de miles de estadounidenses no pudieron acceder a sus cuentas bancarias a través de internet.


Además, las empresas gastaron decenas de millones de dólares para tratar de neutralizar y mitigar los ataques a sus servidores.

"No fueron delitos ordinarios, fueron ataques calculados por grupos con lazos con Irán y su Guardia Revolucionaria destinados a dañar a Estados Unidos y a su gente", sostuvo el fiscal federal de Nueva York Preet Bharara, encargado de la investigación, durante la rueda de prensa en el Departamento de Justicia.


"Vivimos en un mundo donde pueden lanzarse ataques devastadores a nuestro sistema financiero, nuestra infraestructura y nuestro modo de vida desde cualquier parte del mundo, con el clic de un ratón", resaltó el procurador.


Los siete acusados son Ahmad Fathi, de 37 años; Hamid Firoozi, de 34; Amin Shokohi, de 25; Sadegh Ahmadzadegan, de 23; Omid Ghaffarinia, de 25; Sina Keissar de 25, y Nader Saedi de 26.


Según el escrito de acusación, los sujetos eran empleados de las compañías privadas ITSecTeam (ITSEC) y Mersad Company (MERSAD), radicadas en Irán y que supuestamente trabajan para el Gobierno de Irán y, en concreto, para los Guardianes de la Revolución, el mayor cuerpo militar del país persa.


En el escrito, los fiscales destacan el papel de Firoozi, acusado de acceder en agosto y septiembre de 2013 al software de la presa de Bowman, una pequeña estructura de control de inundaciones en la localidad de Rye Brook, situada a 40 kilómetros de la ciudad de Nueva York.


Con su intrusión en esta importante infraestructura, el acusado pudo acceder a datos sobre la situación y forma de operar de la presa e, incluso, podría haber llegado a abrir y cerrar la compuerta dejando salir el agua si ésta no hubiese estado desconectada por labores de mantenimiento.


La acusación pide para los acusados una pena máxima de diez años de prisión, aunque Firoozi podría enfrentarse a cinco años más.


"El FBI encontrará a aquellos que están detrás de las intrusiones cibernéticas y les hará responsables, donde quiera que estén, y sean quienes sean", advirtió el director del FBI, James B. Comey, quien detalló que los acusados no viven en Estados Unidos y, por tanto, no pueden ser juzgados.


Aunque es posible que los acusados nunca sean juzgados, EEUU quiere enviar a Irán un "mensaje poderoso", según destacó Lynch.


"No vamos a permitir que ningún individuo, grupo o nación sabotee las instituciones financieras estadounidenses o menoscabe la integridad de la competencia leal en el funcionamiento del mercado libre", advirtió la fiscal general, que también ha emprendido otras importantes ofensivas fuera de EEUU, como el caso FIFA.


La investigación llega solo ocho meses después del pacto nuclear alcanzado entre Irán y otras cinco potencias mundiales, entre las que se incluye Estados Unidos.


Ese pacto parecía haber abierto el camino de una relación más productiva entre Teherán y Washington después de 35 años de enemistad, pero las recientes pruebas con misiles balísticos que supuestamente ha llevado a cabo Irán han tensado la cuerda y algunas voces en el Congreso de EEUU piden nuevas sanciones. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión