El valle de la Muerte aparece bañado por millones de plantas de colores

Desde hacía 10 años no se veía el valle lleno de flores.

'El Niño' ha hecho brotar a al menos 20 especies diferentes de plantas de las que nació la alfombra de flores.
'El Niño' ha hecho brotar a al menos 20 especies diferentes de plantas de las que nació la alfombra de flores.
Afp

El valle de la Muerte, ubicado entre los desiertos de Mojave y Sonora, en los estados de California y Nevada, es el lugar más seco y dónde se registran las mayores temperaturas de todo Norteamérica. Sin embargo, este inhóspito lugar está estos días alfombrado por millones de flores amarillas. Esta imagen no se repetía desde hace diez años y su causa hay que buscarla en el fenómeno de 'El Niño'.


El valle de la Muerte, uno de los lugares más cálidos del planeta, debe su nombre a que fue el principal obstáculo de los colonizadores en su camino a la tierra prometida, California. Al pie de Sierra Nevada, esta depresión, que llega hasta los 86 metros por debajo del nivel del mar, fue la tumba para los pioneros que irresponsablemente se adentraron en el mismo sin llevar reservas de agua. Y es que, en esta zona, el sol calienta de lo lindo.


El máximo que ha registrado el mercurio en la zona, el 23 de julio de 2006, lo disparó hasta los 58,1 grados justo en la zona más profunda del Valle, denominada Badwater. Mientras que durante las noches, en pleno invierno, el lugar se convierte en un congelador donde es fácil conseguir temperaturas medias de un grado bajo cero.


Vegetación es poca o nula, dado que en este desierto las precipitaciones medias anunales son de unos 50 mm por metro cuadrado. Sin embargo, este año y debido a las corrientes de aire húmedo que llegan a las montañas procedentes del océano Pacífico, las lluvias se han prodigado y sólo en octubre las precipitaciones alcanzaron los 70 mm de ese oro líquido que es para los desiertos el agua. El fenómeno de 'El Niño' empuja las corrientes de agua caliente del Pacífico, desde la zona ecuatorial, donde por este motivo se reducen las precipitaciones, en dirección norte.


Pese a la aridez del terreno, al igual que ocurre con los kibutz que levantan los israelíes en medio del desierto, con un poco de agua vuelve a resurgir la vida. Y así ha sido.


Los biólogos han convertido el valle de la Muerte en su peculiar laboratorio. 'El Niño' ha hecho brotar a al menos 20 especies diferentes de plantas de las que nació la alfombra de flores. Pero no sólo son los expertos los más interesados por la nueva imagen del fatídico Valle, sino también son miles los turistas que no quieren perderse el insólito espectáculo que ofrece este espacio protegido con la doble figura de parque y monumento nacional.


En las tiendas de recuerdos de Mojave se venden postales del valle de la Muerte florecido, imágenes que habían sido inmortalizadas durante las anteriores superfloraciones de esta depresión geográfica, ocurridas tanto en 1998 como en 2005. En ambos casos, también fueron 'El Niño' y su halo húmedo los que tiñeron de color el arenoso terreno del fondo y las cárcavas que rodean al seco cauce del río Amargosa.


Pero la florida alfombra no durará mucho, la pérdida de fuerza de 'El Niño' y el incremento de las horas de insolación, también de la temperatura, devolverán al valle de la Muerte su monótona imagen ocre del último paso desde el corazón de Estados Unidos hacia el Pacífico.

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