Los 28 analizan mañana la crisis de refugiados en la ruta de los Balcanes

Los ministros europeos del Interior evaluarán mañana el progreso de las medidas para combatir la crisis migratoria con especial atención a la falta de coordinación en la ruta de los Balcanes, que ha dejado a miles de refugiados atascados en Grecia después de que Macedonia cerrase su frontera con ese país.

El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, se ha mostrado muy molesto por la falta de respuesta europea a la crisis y por la adopción de medidas unilaterales como las emprendidas por Austria, uno de los principales países de destino de los refugiados, que ha anunciado el refuerzo de los controles en sus fronteras y la imposición de límites máximos de acogida.

Grecia presionó en la cumbre de la semana pasada precisamente para que los demás Estados miembros se abstuvieran de emprender este tipo de acciones sin informar previamente a sus socios, lo que se tradujo en un compromiso descafeinado de los Veintiocho en favor de la coordinación en las conclusiones del encuentro.

El mismo lunes Austria sorprendió con la convocatoria de un encuentro en Viena para coordinar una respuesta a la crisis, que se celebró hoy, al que invitó solo a otros tres países de la UE, entre los que no figuraba Grecia ni tampoco la Comisión Europea, que se mostró abiertamente molesta con la iniciativa.

La jornada de mañana comenzará con un desayuno de trabajo sobre la ruta de los Balcanes occidentales -previo a la reunión formal a veintiocho- en el que participarán los ministros de Alemania, Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia, Macedonia y Grecia, así como la presidencia holandesa de turno del Consejo de la UE, la Comisión Europea y el Alto Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR).

Los ministros europeos serán informados después sobre esta reunión, aunque fuentes europeas ya anticiparon que en el Consejo no se espera adoptar una posición sobre esta cuestión, sino tener una imagen más clara de lo que está ocurriendo en la ruta de los Balcanes.

También estará sobre la mesa el anuncio de hoy de Hungría de que espera celebrar un referendo sobre la reubicación de refugiados desde Grecia e Italia hacia otros países de la UE, una medida acordada el año pasado por los Veintiocho con el voto en contra de Budapest y que el Gobierno del conservador Viktor Orbán ya ha llevado al Tribunal de Justicia de la UE.

Por su parte, Bélgica reintrodujo este martes los controles temporales en su frontera con Francia ante el posible desmantelamiento del campo de inmigrantes y refugiados galo conocido como la "jungla" de Calais, con lo que ya son seis los Estados miembros que han tomado esta medida (también Dinamarca, Suecia, Austria, Alemania y Francia).

Los ministros discutirán todas estas cuestiones, así como la situación particular de Grecia, después de que el pasado 12 de febrero la UE diese tres meses al país para corregir las graves deficiencias detectadas en el control de sus fronteras exteriores, que son también las de los demás socios comunitarios.

Atenas tiene todavía algo más de dos semanas para presentar un plan de acción en el que debe concretar las medidas que pretende tomar para subsanar la situación. También se tratará la negociación para crear un cuerpo europeo de control de fronteras antes de junio, con vistas a llegar a un acuerdo político en el Consejo en abril y a un acuerdo con el Parlamento Europeo en junio, indicaron fuentes comunitarias.

Durante el almuerzo, los Veintiocho tenían previsto reunirse con el ministro turco del Interior, quien finalmente no podrá acudir por problemas de agenda y enviará en su lugar a su secretario de Estado. El objetivo es discutir el lento avance del plan de acción acordado en octubre con Ankara para frenar los flujos de refugiados e inmigrantes hacia la UE a cambio de un apoyo financiero de 3.000 millones de euros.

Este encuentro permitirá además allanar el camino para la cumbre UE-Turquía, que se celebrará el próximo 7 de marzo en Bruselas. En materia de terrorismo, los ministros esperan cerrar un acuerdo político sobre la propuesta de diciembre de la Comisión para hacer obligatorios los controles de identidad a ciudadanos comunitarios en las fronteras exteriores de la UE tras los atentados del 13N en París.

La propuesta de la Comisión ya contemplaba una posible derogación temporal de esta obligación por ejemplo para periodos vacacionales, pero el Consejo quiere ahora incluir también un periodo transitorio de entre seis y doce meses para los aeropuertos, con vistas a darles tiempo a que se hagan con los equipos técnicos necesarios para realizar esos controles.