El Gobierno sirio, dispuesto a volver a Ginebra y permitir el acceso humanitario

El mediador se entrevistó con el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem.

El Gobierno sirio se mostró este martes dispuesto a participar en una nueva ronda de conversaciones con la oposición en Ginebra, siempre y cuando no haya precondiciones, y a permitir la entrada de ayuda en áreas asediadas, durante una visita a Damasco del enviado de la ONU, Staffan de Mistura.


El mediador, que llegó la noche del miércoles a la capital siria, se entrevistó con el ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, quien le comunicó que su Ejecutivo "está comprometido con la continuación del diálogo entre sirios sin condiciones previas".


Durante la reunión, el jefe de la diplomacia siria remarcó que la "seriedad" y la "fiabilidad" de su Gobierno y de la delegación que lo representó a finales de enero en la ciudad suiza han quedado patentes con sus esfuerzos para resolver el conflicto en el país, según un comunicado del ministerio de Exteriores.


Además, Al Mualem afirmó que "es necesario que haya un amplio espectro de grupos opositores presentes en las conversaciones futuras".


A su salida de la reunión con el ministro, De Mistura declaró a los periodistas en Damasco que habían hablado de la necesidad de que las organizaciones humanitarias accedan sin trabas a todas las zonas asediadas de Siria, tanto las que están rodeadas por las autoridades como por grupos opositores y terroristas.


En ese sentido, el diplomático sueco-italiano adelantó que la ONU intentará introducir mañana ayuda para los civiles en áreas sitiadas, con lo que se pondrá a prueba la voluntad de las autoridades de Damasco de permitir esta acción.


"Está claro que es el deber del Gobierno sirio llegar a cada persona siria, dondequiera que se encuentre, y permitir a la ONU llevar ayuda humanitaria, particularmente después de tanto tiempo", apuntó De Mistura, en una declaración que fue distribuida por su oficina en Ginebra.

"Mañana pondremos esto a prueba", indicó De Mistura.


El portavoz de la ONU Ahmad Fawzi confirmó hoy, además, que el mediador mantiene su intención de reunir el próximo día 25, o antes, a las partes del conflicto sirio para reanudar las negociaciones de paz iniciadas a finales de enero.


"El plan de reanudar las conversaciones el 25 de febrero, o antes si es posible, se mantiene. La degradación de la situación solo hace más evidente que no se puede esperar más", explicó Fawzi.


La visita de De Mistura a Damasco, que ha sido inesperada porque en principio estaba prevista únicamente la llegada de su "número dos", Ramzi Ezedin Ramzi, coincide con una escalada de la violencia en el país árabe y viene después de que Rusia y EEUU acordaran el jueves un alto el fuego en el territorio sirio en el plazo de una semana.


Pese a este pacto anunciado hace cinco días por Moscú, principal aliado del régimen de Bachar al Asad, y Washington, que apoya a la oposición, las hostilidades no han hecho más que aumentar.


Al menos 50 personas fallecieron el lunes, entre ellas menores de edad, por ataques contra cinco instalaciones médicas y dos escuelas en el norte de Siria, de acuerdo a cifras de la ONU.


En un discurso del miércoles por la noche, el presidente sirio, Bachar al Asad, dijo que veía "difícil" un cese de la violencia.


"Quieren un alto el fuego en una semana. Vale, ¿Y quién puede reunir todas las condiciones y demandas en una semana? Nadie", consideró el mandatario sirio en una alocución difundida por medios de comunicación oficiales.


La reacción de los opositores no se ha hecho esperar y el vicepresidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Hisham Marwa, señaló en un comunicado que las palabras de Al Asad "vacían" de significado el proceso político.


A su juicio, el discurso del mandatario "revela su desprecio hacia un alto el fuego y su intención de escapar del acuerdo de Múnich", opinó Marwa, en referencia al pacto para un cese de las hostilidades logrado entre EEUU y Rusia.


Entretanto, el Ejército sirio, respaldado por la aviación de Rusia, prosiguió este martes su avance por el norte del país y se hizo con el control de las localidades de Bala y Shalaf, en el norte de la provincia costera de Latakia, aseguró una fuente militar a la agencia de noticias estatal Sana.


El Observatorio Sirio de Derechos Humanos añadió que los soldados retomaron también una central térmica en Alepo, también en el norte sirio, que estaba en manos del grupo terrorista Estado Islámico (EI).

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