Las autoridades italianas han identificado a dos mafiosos como presuntos asesinos de Nicola 'Cocó' Campolongo, un niño de tres años ejecutado junto a su abuelo y su novia en un ajuste de cuentas en 2014, hecho que conmocionó al país y al papa.

Los acusados son Cosimo Donato y Faustino Campilongo, de 38 y 39 años respectivamente, vinculados a la mafia calabresa, la 'Ndrangheta, y que están en la cárcel de Castrovillari por otros delitos, informan hoy los medios locales.

Los investigadores consideran que ellos mataron a Giuseppe Iannicelli, de 52 años, a su compañera sentimental, la marroquí Ibtissam Touss, de 27 años, y a Cocó en Cassano All'Ionio, Calabria (sur).

El abuelo, también vinculado al crimen organizado calabrés, pudo ser asesinado por una partida de droga no pagada a la mafia o por su supuesta intención de comenzar a colaborar con la Justicia.

Ante la persecución de otros clanes, las autoridades sostienen que Iannicelli comenzó a emplear a su nieto como "escudo protector" llevándolo siempre con él, ante la creencia de que no le asesinarían en su presencia.

Sin embargo, el 16 de enero de 2014 los agentes policiales italianos hallaron los cadáveres de Iannicelli, su novia y del pequeño Cocó en el interior de un vehículo calcinado y la autopsia reveló posteriormente que murieron a causa de disparos.

La historia de Cocò, cuya madre estaba arrestada por un asunto de drogas, conmocionó a la opinión pública italiana e incluso el propio papa Francisco se desplazó al lugar de los hechos para condenar a la mafia.

En una visita pastoral a esta región de la Italia meridional, seis meses después, el Papa se mostró tajante al señalar que el crimen organizado supone "la adoración del mal, la destrucción del bien común".

Ante miles de personas congregadas en una explanada de la calabresa Sibari, el pontífice argentino recordó que "aquellos que en su vida siguen el camino del mal, como los mafiosos, no están en comunión con Dios, están excomulgados".