El Ejército sirio está usando los nuevos aviones de combate rusos para bombardear las posiciones de Estado Islámico en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, según ha informado este jueves el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, en un intento por romper el asedio sobre una base aérea cercana.

Los bombardeos aéreos que han empezado esta semana están acompañado por ataques terrestres cerca de la base aérea de Kweiris, en el este de la provincia de Alepo, donde las tropas gubernamentales llevan tiempo asediadas, ha indicado el Observatorio, con sede en Londres y una red de informadores sobre el terreno.

En las últimas semanas el régimen de Bashar al Assad ha recibido armamento y entrenamiento de parte del Gobierno ruso, que ha justificado su ayuda para apoyar la lucha que Damasco mantiene contra Estado Islámico.

El grupo que lidera Abú Bakr al Baghdadi controla una amplia franja de territorio en el norte de Siria y de hecho ha establecido la capital de su autoproclamado califato en Raqqa, la primera gran ciudad que conquistó en el país.